Cofradías

Moeckel pregona desde el compromiso

Se destapó en Madrid con una pieza diferente

el 28 feb 2010 / 20:19 h.

Moeckel habló "sin pelos en la lengua".

La designación de Joaquín Moeckel como encargado de pronunciar el XVI Pregón de Semana Santa que organiza la hermandad de Los Estudiantes de Madrid, levantó unas expectativas en el orbe cofrade de la capital de España que el abogado ha cumplido con creces.

El pregón, que siguió a la función principal de la corporación capitalina, comenzó con la reproducción por megafonía de la I Saeta del Silencio, a la que siguió la presentación del pregonero a cargo del periodista sevillano Paco Robles. Tras ésta, de nuevo en megafonía sonó la marcha Inmaculada Madre de la Iglesia, obra de Abel Moreno y dedicada a la titular mariana de la hermandad.

Joaquín Moeckel -el último de una lista de pregoneros tan prestigiosos como Enrique Esquivias, Eduardo del Rey Tirado o Ignacio Pérez Franco- propuso una nueva manera de pregonar la Semana Santa. Proclamó una pieza que huyó de la poesía, pero que mostró la forma de hablar "de un cristiano comprometido sin pelos en la lengua", tal y como aseguró Juan Manuel Venegas, hermano mayor de la cofradía anfitriona. El propio Venegas reconoció que el abogado sevillano "ha dado en el clavo dándole al cofrade madrileño lo que pedía. Ha contado lo que tenía que contar como lo tenía que contar, huyendo de las claves sevillanas. Ha logrado un ambiente tan íntimo y tan cercano que parecía que estábamos en una tertulia de una mesa de camilla", declaró a este periódico el entusiasmado hermano mayor de Los Estudiantes de Madrid.

EN CLAVE MADRILEÑA. El propio Moeckel explicó a posteriori que la clave fue "decir que ser cofrade en Sevilla es muy fácil y en Madrid muy complicado, aunque yo me he sentido como en casa". Además, incidió en el sentido religioso de lo que proclamó en la basílica de San Miguel. "Ha sido un mensaje de un cristiano que habla claro, de un cofrade para cofrades y no cofrades. Lo más importante es que un hermano libanés y una hermana argelina han entendido perfectamente el mensaje", relató.

El letrado defendió que es necesario recordar el Concilio de Trento, "entonces se entendía que había que sacar a Dios a la calle porque la gente no iba a las iglesias. Las imágenes son evangelio urbano". El siempre transparente Moeckel aderezó su pregón con temas de marcada actualidad como la eutanasia, el aborto o la retirada de los crucifijos y la postura que deben tomar los cristianos y cofrades ante ellos.


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