Cultura

Montaño y la Sala Q se reunirán para intentar evitar el cierre del local

La delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, y el propietario de la Sala Q, Juan Manuel Martín, se reunirán en los próximos días para estudiar posibles soluciones que eviten el cierre definitivo del local. Sin embargo, el empresario se muestra escéptico.

el 15 sep 2009 / 21:25 h.

La delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, y el propietario de la Sala Q, Juan Manuel Martín, se reunirán en los próximos días para estudiar posibles soluciones que eviten el cierre definitivo del local. Sin embargo, el empresario se muestra escéptico: "Ya nos recibieron el año pasado y nos dijeron que no a todo".

Aunque todavía no han hablado entre ellos después de que El Correo hiciera público que la Sala Q cerrará sus puertas en cuanto encuentre un comprador para la nave que ocupa en el Polígo Calonge, tanto Montaño como el propietario del local anunciaron ayer su intención de reunirse en los próximos días para buscar soluciones.

"Desde el Ayuntamiento hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance para evitar el cierre, concediéndoles subvenciones para actividad y para obras de infraestructura -casi 40.000 euros- por un valor superior a las que les dimos en 2007", destacó a este periódico la delegada de Cultura. De hecho, Montaño quiere reunirse con ellos para buscar alternativas antes del miércoles 28 de enero, fecha en la que está convocado el Foro de Agentes Culturales de la ciudad para analizar el funcionamiento de las subvenciones del ICAS en los últimos cuatro años.

No obstante, avisa de que la solución de la la Sala Q sigue siendo "volver a optar a las ayudas que convocaremos para 2009, ya que Cultura carece de subvenciones extraordinarias para sacar a flote iniciativas privadas no rentables. Pese a ello, sí ofrecerá otras posibilidades a los propietarios. Según avanzó, les invitará a acudir también a otras administraciones y entidades privadas, a fin de lograr nuevas fuentes de financiación.

De igual modo, la responsable municipal añadió que si la conversión en discoteca es una posible solución -como ya apuntó Juan Manuel Martín-, el ICAS podría facilitar este cambio, siempre y cuando la actividad primordial del local siga siendo ofrecer conciertos.

"Estamos dispuestos a estudiar todas las soluciones posibles que sirvan para salvar a la Sala Q, siempre que estén dentro de nuestras posibilidades, porque el Ayuntamiento puede ayudar a la iniciativa privada, pero no sufragarla al cien por cien ni suplantarla".

desconfianza. Por su parte, el empresario, que también tenía el propósito de solicitar a Montaño una reunión, se mostró escéptico ante las declaraciones de la delegada: "El año pasado ya tuvimos un encuentro, que sólo duró cinco minutos, en el que rechazó todas las soluciones que propusimos".

En concreto, Martín pidió entonces que las subvenciones del ICAS se pudieran cobrar antes de acometer la inversión para la que se demandaban, y que se pudiera saber con antelación su cuantía. Esto resulta imposible, a juicio de la responsable del ICAS, puesto que contraviene las ordenanzas que regulan estas subvenciones.

Las ayudas del Instituto de las Artes y la Cultura de Sevilla (ICAS) cubren hasta un 50 por ciento de la inversión para la que se demandan. Por ello, el empresario no ve factible arriesgar en una gran inversión sin saber qué porcentaje de gasto le cubrirá.

"Para recibir 2.500 euros hemos tenido que justificar obras de reforma del establecimiento por valor de 23.000 euros y para lograr los 36.500 euros de programación hemos tenido que gastar 170.000", precisa Martín, que recuerda que "las subvenciones se fallan a final de año, por lo que es imposible contar con ellas de antemano".

En cualquier caso, mientras llega una solución o un comprador para el local, la Sala Q sigue abierta y con programación, al menos, hasta verano.

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