Una mujer de 28 años que permanecía ingresada en el hospital civil de Ceuta desde mediados de agosto por gripe A falleció el pasado sábado como "consecuencia de un fallo multiorgánico", según confirmaron fuentes sanitarias de la ciudad autónoma. Ya son 25 las personas que han perdido la vida en España por este virus.
La mujer ingresó en el hospital civil el pasado 16 de agosto y tres días después se confirmó que había contraído la nueva gripe. El estado de la paciente fue grave desde el primer momento, aunque en los últimos días había sufrido una leve mejoría. El empeoramiento de su salud se produjo debido las patologías previas que la ceutí presentaba.
La Consejería de Sanidad ya informó a mediados de agosto de que la joven estaba incluida en los denominados grupos de riesgo al sufrir un patología previa. Se trataba de una enfermedad crónica que "se complicó cuando contrajo la nueva gripe, de igual modo que está sucediendo con el resto de casos diagnosticados en España". Los restos de la joven fallecida descansan en el tanatorio de Ceuta.
Por su parte, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) señaló ayer que la "receta más útil" para combatir el virus de la gripe A es "transmitir tranquilidad" y seguir una serie de medidas higiénicas básicas" que son "sencillas, fáciles de llevar a cabo y están al alcance de todos".
Así, en un comunicado, en concordancia con las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, los neumólogos de Separ subrayan que la adopción de medidas higiénicas son "las primera y más importantes medidas de prevención ante el virus de la gripe A". En este sentido, el responsable del área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de Separ, el doctor José Blanquer, aconseja lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar con un pañuelo desechable, así como extremar la limpieza en espacios comunes.
Asimismo, el médico muestra su esperanza de que, "una vez concluida esta situación de posible emergencia", las medidas de prevención se convirtieran en "hábitos adquiridos, ya que aportan valor añadido a la salud y la higiene de los ciudadanos".
microgotas. La razón de ser de estas simples medidas se explica porque al estornudar, toser o hablar se emiten pequeñas gotitas de saliva y secreciones nasofaringeas que en aquellas personas enfermas contienen el virus. Estas microgotas pueden quedar en las manos o en los objetos cercanos, por lo que al contactar con ellos una persona sana y después tocarse los ojos, la nariz o la boca, puede contagiarse de forma indirecta.
Concretamente, en la mano, el virus permanece activo entre los cinco o diez minutos siguientes a haberse producido el contacto con las secreciones, "pasado ese tiempo ya no hay riesgo de contagio, aunque en algunas superficies no porosas como el plástico o el metal puede permanecer activo hasta 24 horas", explica el experto, que destacó la necesidad de lavarse las manos con cierta frecuencia por este motivo.
También se puede producir el contagio del virus de la nueva gripe por contacto directo entre las personas o bien porque el enfermo estornude o tosa a menos de un metro y medio de distancia de una persona sana, ya que las gotitas de saliva quedan flotando en el ambiente y pueden penetrar en su organismo a través de las vías respiratorias. Separ considera que España "cuenta con los medios y la organización suficiente" para gestionar la pandemia con seguridad y eficiencia.
Así, el doctor Blanquer señala que España era el pasado mes de julio el segundo país de Europa con más casos declarados de gripe A. Concretamente, presentaba un total de 178 enfermos, mientras que, según los datos recogidos por el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) en la última semana de agosto, España ocupa ahora la quinta posición con 1.538 casos confirmados, por detrás de Alemania (15.567), Reino Unido (13.0995), Portugal (2.244) e Italia (1.800).
Asimismo, la Sociedad Española de Neumología recuerda que la mortalidad producida por el virus de la gripe A "sigue siendo muy inferior a la gripe estacional y a otras infecciones respiratorias". Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 4,18 millones de defunciones por infecciones en las vías respiratorias inferiores (0,31 en los países
