El Ayuntamiento de Montellano decretó ayer un día de luto oficial por la muerte de este vecino cuyo cadáver fue encontrado de madrugada tras una intensa batida y a medio kilómetro de donde se halló su vehículo. Los daños en este pueblo -que no llega a 7.000 habitantes y que está conmocionado por la tragedia- fueron mayores porque se asienta a los pies de la Sierra de San Pablo, desde donde un fuerte caudal de agua y fango bajó hacia el casco urbano.
No en el casco urbano, sino en la Sierra de San Pablo, se encontraba el fallecido, que trabajaba como tractorista en la finca Galindo, y que se vio sorprendido por la tromba. Estaba saliendo de su trabajo. La jornada de luto oficial empezó ayer a las 17.00 horas y se prolongará hasta la misma hora de hoy.
Paralelamente 44 operarios trabajan para devolver la normalidad al casco urbano, entre los que participan los bomberos de Diputación de Sevilla, la Policía Local, Protección Civil, la maquinaria municipal e incluso particulares, que ayer pusieron sus vehículos pesados a disposición de estas tareas. Los daños generales engloban acumulación de barro e inundaciones en diversas calles e inmuebles del pueblo, como consecuencia del agua y maleza procedente del monte.
El alcalde, Francisco Salazar (PSOE), informó de que las áreas municipales de Obras, Servicios y Limpieza, y Seguridad Ciudadana elaboraron ayer un informe general de daños tras esta tromba, que se produjo entre las 17.30 y las 18.30 horas del pasado miércoles y arrolló el vehículo en el que viajaba la única víctima cerca del carril Esparragoso. Emitió por ello un bando municipal donde recordó "que todos los desperfectos de las calles e inmuebles son de alguna manera reparables, pero lo único que no puede repararse y ha causado un dolor inmenso en los vecinos y autoridades es la pérdida de nuestro vecino".
Los daños generales, según el alcalde, engloban acumulaciones de barro e inundaciones en varios puntos. En las inmediaciones del centro de salud se produjo un socavón y el levantamiento de asfaltado y atascos en calles del centro, como la de Ronda, Hornos y Villamartín, sobre las que ayer hubo que desarrollar tareas de limpieza. De la misma manera, fue necesario apuntalar varios solares por riesgo de derrumbe de muros y actuar en los accesos del pueblo por la acumulación de barro y maleza procedente de la sierra.
Durante esta tormenta fueron atendidas más de un centenar de llamadas de vecinos cuyos inmuebles estaban afectados y de otros conductores de vehículos que se vieron atrapados en el entorno del polideportivo hacia el cruce de Puerto Serrano, que quedó cortada durante una hora y media.
Es la segunda vez este mes en que una tormenta se ceba con un municipio de la provincia de Sevilla ya que el pasado día 2 fueron los vecinos de Alcalá de Guadaíra los que se vieron sorprendidos por una gota fría, que dejó dos muertas, y de cuyos daños todavía se están recuperando.
