El ex presidente sudafricano Nelson Mandela ha abandonado este domingo el hospital de Pretoria donde fue ingresado ayer por molestias abdominales y tras ser sometido a una laparoscopia, según informa el Gobierno sudafricano.
"Los médicos han decidido mandarle a casa porque el diagnóstico al que se ha sometido no ha revelado nada grave", indicó el comunicado sobre la salud del líder sudafricano. La laparoscopia es una intervención mínimamente invasiva empleada para detectar irregularidades en la zona abdominal con una pequeña cámara de vídeo.
Mandela, de 93 años de edad, ha permanecido ingresado en el hospital One Military, de Pretoria, después de quejarse de unas "continuas molestias abdominales".
El presidente Jacob Zuma informó ayer de que "Mandela se encuentra estupendamente" y se halla "completamente consciente". Los médicos que le atienden "se encuentran satisfechos con su estado", que aseguran "es el que se espera de un hombre de su edad".
El Gobierno había desmentido previamente que el expresidente hubiera sido sometido a una intervención quirúrgica por una hernia, tal y como habían informado previamente medios británicos citando fuentes oficiales.
"Nunca le pasó nada grave", aseguró la ministra de Defensa, Lindiwe Sisulu. "Sencillamente, si cuidas a alguien llega un momento en que tienes que llegar al fondo de sus problemas haciendo pruebas en un hospital", añadió en declaraciones a los medios sudafricanos.
"No se le ha practicado en absoluto la clase de cirugía que se ha leído en los medios. Está estupendamente. No se puede estar mejor a su edad, y está muy guapo", concluyó la ministra.
