Flashback', un recorrido por la memoria cantaora del cantaor Enrique Morente, será el broche de oro a una larga XV edición.
-Vuelve a Sevilla, y para cerrar la Bienal. ¿qué se le viene a la cabeza ante un recital como el de esta noche?
-Sevilla es una de las ciudades del mundo donde más a gusto puede estar alguien que, como es mi caso, se dedica a cantar, y a cantar flamenco, y más dentro de un ciclo tan prestigioso como éste. Para mí, venir de visita es ya una emoción, así que imagínate para actuar. Me acuerdo siempre de cuando vine, con 18 años, a una audición a la academia de Enrique el Cojo, para ir a Alemania. Por allí andaba Naranjito de Triana y unos cuantos más. Y yo ya estaba enamorado de esta ciudad.
-El programa del recital se mantiene en secreto, pero se plantea como un repaso a su carrera, ¿será así?
-Yo hago cante jondo, y eso es lo que se escuchará esta noche en el Maestranza. Habrá, de alguna manera, una retrospectiva. Y luego me he encargado de preparar un canto por Mario Maya, inspirado en música del Renacimiento de Cristóbal de Morales, que tendrá voces pregrabadas y voces en directo.
-Mientras trabajaba en ese tributo, ¿qué es lo que más ha recordado de Mario Maya?
-Ha habido muchos momentos con Mario, hemos recorrido muchas noches de conversación. Nunca olvidaré cuando le canté en el Generalife [en 1994, dentro del programa Cien años de cante], con Manolo Sanlúcar a la guitarra. Era un gran artista y un gran amigo, y se da la circunstancia de que ha fallecido en Sevilla y en medio de una Bienal. Lo menos que puedo hacer es cantarle esta noche.
-Otro buen amigo suyo fallecido este año es Miguel Candela, dueño del legendario Candela de Madrid, que no ha sido aún objeto de homenaje oficial en Andalucía, que sepamos.
-Miguel Candela ha sido decisivo en el flamenco actual. Cuando no había nada, absolutamente nada, él creó ese núcleo, ese ambiente, el sitio donde nos reuníamos, nosotros y músicos de todas partes del mundo. El flamenco le debe muchísimo a Miguel. Mi último disco, el de Picasso [Pablo de Málaga, 2008], está dedicado a su memoria.
-Viene acompañado de buenos músicos como Paquete, Cerreduela y Bandolero, y por Habichuela. Llevan tanto tiempo juntos que, hasta cuando canta usted a pelo, parece que estamos escuchando la guitarra de Pepe.
-Bueno, no es un formato ni peor ni mejor que otros, la inspiración ha sido ésa y con ella vamos a salir. Vamos a recordar los trabajos que he hecho con Pepe, desde luego, pero sobre todo queríamos que todo llevara una línea de sobriedad.
-Hay quien cree que la Bienal no puede mantener un alto nivel en su programa porque no hay tantas buenas figuras. Como artista y padre de artistas, y como aficionado, ¿cuál es su opinión?
-Creo que vivimos un momento muy optimista, hay muchísimos artistas jóvenes y no tan jóvenes haciendo cosas buenísimas. Mira, sólo en mujeres, nada más que en Sevilla hay una cantidad de cantaoras que me pregunto si hemos conocido un momento mejor: Aurora Vargas, La Susi, Esperancita [Fernández]... De guitarristas, no digamos. Y todo el mundo sabe que están saliendo extraordinarios cantaores. Creo que despreciar lo que hay es, entre otras cosas, una falta de respeto.
-Para muchos aficionados, el cartel soñado de la Bienal es desde hace ya varias ediciones Enrique Morente con Paco de Lucía. ¿Es eso una quimera?
-Hombre, será difícil, porque, aunque somos muy amigos, Paco vive lejos y sería difícil preparar algo juntos. Estamos siempre deseando vernos, lo cual no quita que él tiene su propia carrera y yo tengo la mía. Por mi parte, desde luego, sería una maravilla subir con él a un escenario en una Bienal de Sevilla.
