Lo cierto es que los datos de los pantanos están comenzando a remontar pero sin salir de la sequía que la comunidad andaluza arrastra desde hace cinco años. Los embalses se encontraban la pasada semana al 36,58% de su capacidad, cinco puntos por encima de la media de un año atrás. Los pantanos destinados a regadío están unos cinco puntos por debajo de esa cifra. Pese a ello, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) puntualiza que la mayoría de los sistemas de abastecimiento se encuentran en alerta -con agua sólo para los dos próximos años y para consumo humano- o en prealerta -agua para menos de tres años-. Hay tres sistemas, los de la Sierra de Huelva, el Guadiaro y el Ardila (estos dos últimos en el Guadiana) que sí que están ya en situación de emergencia, con menos de un año de agua en reserva. La cabecera de la cuenca, Jaén y Córdoba, es la que peores datos arroja, entre un 29,6 y un 31,4%, y la situación mejora levemente en la Andalucía más occidental, en Huelva (50%) y Sevilla (45,1%).
Pese a la complejidad de la situación, Castillo recordó que todavía hay margen para algún extra, como la cesión de agua a la ciudad autónoma de Ceuta de 350.000 hectómetros cúbicos de agua que se ha producido desde el 15 de octubre y hasta la fecha para paliar la situación de sequía al otro lado del Estrecho.