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"Nos apuntaron a la cara con sus armas y nos encapucharon"

Los tres activistas españoles arrestados por Israel llegarán hoy a Barcelona.

el 03 jun 2010 / 20:30 h.

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Laura Arau, Manuel Tapial y David Segarra, en el aeropuerto de Atatürk (Turquía).

Los tres activistas españoles de la Flotilla de la Libertad, que fue atacada por Israel el pasado lunes, denunciaron el maltrato recibido por las autoridades israelíes a su llegada ayer a Estambul. Los tres españoles -Manuel Tapial, Laura Arau y David Segarra- llegarán hoy a Barcelona y se encuentran en buen estado de salud a pesar de recibir, según aseguraron un brutal trato por parte de las autoridades israelíes desde el momento de su captura a bordo del barco turco Mavi Marmara.


Tapial, miembro de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, aseguró haber sido interrogado durante tres horas por el Mossad, el servicio secreto israelí, y que durante sus tres días de cautiverio sólo le ofrecieron comida en una ocasión. "Fuimos detenidos por comandos del Ejército que nos apuntaron a la cara con el láser de sus armas a pesar de que estábamos identificados como periodistas internacionales, nos encapucharon y nos robaron todo nuestro trabajo", se quejó Segarra, periodista de la televisión venezolana Tele Sur. "Pero Israel ha conseguido todo lo contrario, porque ahora todo el mundo ha visto cómo actúa", añadió. Igualmente, la catalana Laura Arau explicó que el retraso de varias horas en su llegada se debió a las presiones de las autoridades israelíes, ya que en un momento dado intentaron retener al presidente de la ONG turca IHH, Bülent Yildirim, lo que provocó una "batalla campal" entre los soldados israelíes y los turcos que supervisaban la repatriación.


Los activistas fueron recibidos por una delegación ministerial a su llegada al aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, donde centenares de personas gritaban consignas islámicas y pro-palestinas. "Al Gobierno español le pedimos que tome todas las medidas legales posibles contra Israel. Creemos que Ehud Barak -ministro de Defensa israelí- es el principal responsable de la operación y exigimos que se actúe contra él", solicitó Tapial.


Una versión que coincide con la de los tres activistas noruegos que participaron en la Flotilla de la Libertad, quienes acusaron ayer al llegar a Oslo a los soldados israelíes de disparar nada más bajar de sus helicópteros. "Cuatro soldados bajaron justo encima de nosotros, luego vinieron más. Empezaron a dispararnos a la vez, primero con pelotas de goma. Luego empezaron a disparar con balas a los que llegaban a la cubierta", relataron.


Por su parte, el escritor sueco Henning Mankell, que fue uno de los detenido por los soldados israelíes, relató que sí le pasó por la cabeza que Israel "hiciera algo contra los barcos y no contra las personas y menos en aguas internacionales sino en el límite de sus aguas territoriales", apuntó.


A pesar de estas acusaciones, Israel negó ayer las denuncias de maltrato. "Es indignante, completamente falso", señaló a Efe Andy David, portavoz del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, quien aseguró que las denuncias de trato brutal y falta de comida son "parte de la provocación" que supone todo el proyecto de la Flotilla de la Libertad. "Si algo no hacemos los judíos es matar de hambre a otra gente", agregó indignado, tras insistir en que él presenció personalmente cómo todos los detenidos recibían agua y sandwiches tras su traslado al puerto israelí de Ashdod y que en la cárcel de Beer Sheva les dieron "comidas completas".
En este sentido, el ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, manifestó ayer su apoyo a que una comisión pública investigue el asalto a la Flotilla de la Libertad. "No hay por qué temer una comisión de investigación. Le dije al primer ministro -Benjamín Netanyahu- que deberíamos crear una comisión de investigación que sea abierta y transparente", señaló.


A pesar del ataque y de que Israel se opone a la llegada a Gaza de otro barco con ayuda humanitaria, el enviado de EEUU, George Mitchell, trata de impedir que el asalto afecte las negociaciones indirectas israelo-palestinas.

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