Según las últimas investigaciones, los cantaores andaluces comenzaron a cantar en los teatros de Madrid y Barcelona mucho antes de lo que cuentan en los libros. Uno de ellos, Paquirri el Guante, tuvo un triste final.
En algunos libros de la historia del flamenco nos dicen que la gran mayoría de las figuras del cante del siglo XIX no fueron profesionales, es decir, que no se subieron nunca a un escenario, que sólo cantaban en fiestas privadas. Habrá que reescribir la historia porque muchos de ésos que "nunca comercializaron con su arte" están apareciendo ahora, en las nuevas investigaciones, cantando en locales públicos de toda España. Paquirri el Guante fue un gaditano al que los historiadores sólo le atribuían algunas soleares. Siempre lo presentaron como un personaje enigmático de la escuela de los raros, pero lo cierto es que en 1847 ya actuaba en teatros de Cádiz como el del Balón y el Principal cantando y tocando la guitarra.
Con motivo de un rastreo en la prensa nacional del XIX para un libro sobre el Canario de Álora que verá la luz en breve, encontramos noticias de este genial músico. En enero de 1862 fue detenido en Madrid acusado de robo y del asesinato de una niña de 12 años.
Encerrado en la terrible Cárcel Modelo, el temible Saladero, una mañana de mayo apareció muerto en su celda y los periódicos del país se hicieron eco de la luctuosa noticia refiriéndose al "guitarrista andaluz Paquirri".
Lo lamentable del caso es que después se supo que el artista no había tenido nada que ver en lo del crimen. Otro genio gaditano, José Ortega Cepeda El Caoba, sobrino de Tomás El Nitri (otro raro para los escenarios), cantaba también en Madrid y en abril de 1883 fue detenido por armar bronca en el Café Imparcial. Estuvo encerrado en el Saladero más de año y medio y cuentan los periódicos que importantes políticos iban a escucharlo cantar a la Modelo.
Muchos años antes de estos casos los cantaores andaluces iban a actuar a los teatros y locales de todo el país. El mítico Tío José El Granadino, creador de una caña y divulgador de los caracoles, cantaba ya en 1852 en los teatros de Barcelona. Además de cantaor de fama, el Granadino fue torero profesional.
Más noticias. En La Iberia de 1879 localizamos una noticia que nos llamó mucho la atención. Se trata de la actuación en Madrid de la Loca Mateo, una hermana del gran Loco Mateo, el genial cantaor jerezano. Actuó con ella el guitarrista Paco el de Lucena, de cuyo nacimiento se conmemora este año el 150 aniversario. Y un año antes cantó también en la capital de España otro genio jerezano, el señor Manuel Molina. ¿No nos habían dicho que no tuvo necesidad de cantar nunca en público porque era un gitano señorito con mucho jurdó?
Todavía podemos irnos mucho más atrás, sesenta años antes de la famosa época hermética de la que tanto hablaron Mairena y Ricardo Molina. En 1812 se presentó en Cádiz la Lotería Nacional y al acto fue invitado a cantar el mítico Tobalo, creador del polo flamenco, cuya existencia se había cuestionado tantas veces. Pues ya lo saben: cuando el Fillo aún no entonaba y el Planeta andaba jugando a las canicas, el célebre Tobalo de Ronda ya era todo un profesional.
