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'Noticias de tres siglos'

La Casa de la Provincia acoge hasta el 15 de noviembre la exposición 'Noticias de tres siglos', que repasa los 110 años de historia de El Correo de Andalucía y su relación con Sevilla.

el 17 sep 2009 / 17:27 h.

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La historia del último siglo en Sevilla cabe en la línea recta que separa el Ayuntamiento de la Puerta de Jerez.

 

Se abre a pocos pasos del arquillo, con la puesta en práctica de la encíclica Cum Multa que redactó León XIII, preocupado por las divisiones entre los católicos españoles; enfila la Catedral, al ritmo impetuoso y abyecto que marcaron los tiempos, con los desastres de nuestra guerra, la Sevilla Roja de San Julián y una Virgen de la Hiniesta pasto de las llamas intolerantes; desfila de seguido por el Archivo de Indias, con la visita a Sevilla de Eva Perón, el crimen de los Galindos y la muerte de Franco; sigue la historia sevillana por su ensanche de las autonomías, las movilizaciones por la amnistía política y la llegada a la Moncloa del sevillano Felipe, y así, hasta detenerse en una Puerta de Jerez que es testigo de la peatonalización de la Avenida, de un Sevilla campeón en la UEFA y la gesta nacional en la Eurocopa.

La historia de Sevilla en los últimos 110 años es la misma que refleja en cada página El Correo de Andalucía, un diario de noticias derramado entre tres siglos de muy diferente naturaleza, y que celebra su decanato en la prensa sevillana (1899-2009) con una exposición de sus 75 portadas más significativas, las que han marcado el pulso de nuestra hipertensa ciudad, desde aquel 1 de febrero de 1899 en el que el entonces arzobispo de Sevilla, Marcelo Spínola, sacara a la calle ese "diario ameno e interesante, que pueda penetrar como un amigo en todo hogar honrado", según escribió en su primer editorial.

El alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, acompañado por el director del periódico, Antonio Hernández-Rodicio, y Juan Sillero, consejero-delegado del grupo Gallardo, editor de El Correo, dio ayer por inaugurada una exposición que, ya ayer en su primera jornada, traspasó la memoria de los sevillanos más venerables. El "yo también estuve aquí" presidió una jornada inaugural en la que el cielo caía plomizo sobre la Avenida, dejando en el ambiente la espesa grisura del plomo de las primeras linotipias, la lánguida sanguina del viejo papel impreso, la niebla de aquellos oxidados daguerrotipos.

Junto a la comitiva oficial desfilaban también ayer los espectros de reporters y camarógrafos, el fantasma ilustrado de José Montoto, el alma libre y contestataria de Federico Villagrán y el espíritu burlón de Pepe Guzmán, último de esa vieja estirpe periodística sobre la que ha construido su memoria la generación actual de informadores sevillanos. "El Correo es el reflejo de la historia de Sevilla, de las cosas terribles de nuestro pasado y de un presente más esperanzador; espejo también de una ciudad que se puede mirar, y así nos lo ha enseñado este periódico, desde muchas perspectivas hermosas", explicaba el alcalde al término de ese paseo por la historia que supone la exposición de portadas de El Correo de Andalucía.

La comitiva reparó en algunas de las portadas que, posteriormente, captaron la mirada de una sevillanía que se reconocía en cada uno de los moldes impresos en este "honorable periódico", como le gustaba decir al periodista Guzmán. Como aquélla con la que amanecieron los quioscos del 2 de febrero de 1954, después de la célebre madrugada que dejó en Sevilla un manto de nieve. "No me gustaría morirme sin volver a ver la nieve", espetaba el alcalde, en un ejercicio imaginativo sobre el acontecimiento que le gustaría ver en una futura portada de El Correo.

Con una producción artística a cargo de Francisca Godoy, Águeda Borrás y Juan Carlos Rodríguez Aparicio, las 75 portadas de El Correo de Andalucía despiertan las memorias dormidas y traen al presente "el pasado más oscuro de la ciudad", cuando las inundaciones formaban parte insustituible de la historia de Sevilla. Uno de los últimos desbordamientos del Tamarguillo, que ejercía de dolorosa frontera con El Cerro del Águila, fue también una de las portadas más visitadas. Ese día, 26 de noviembre de 1961, una página completa retrataba el drama de "tres mil quinientas personas evacuadas en numerosas barriadas de la capital".

El historiador Antonio Zoido, que confesó haberse recorrido la exposición "de principio a fin y de fin a principio", reconocía que el muestrario de portadas de El Correo es "un libro de historia en la calle". Pero lo que comienza siendo una lección histórica termina golpeando de forma violenta los recuerdos. "De repente me he visto caminando acompañado por la calle Santa María de Ordaz, saliendo de una reunión clandestina. Miré de refilón los periódicos expuestos en un quiosco y vi la cabecera de El Correo escrita en negro, no en su color rojo habitual, como salía los Viernes Santos. Supe de inmediato que Franco había muerto", relataba ayer Zoido, atrapado en un bello paréntesis temporal.

"Aquí está impresa la Historia con mayúsculas para los sevillanos, escrita a pie de calle, con el pulso diario", resumía ayer Juan Sillero en la retirada de la comitiva, dejando suspendido en el ambiente una valiosísima lección de periodismo, el corajudo empeño de contar la noticia con los mimbres más elementales, en 75 secuencias, el pasado, presente e inquietante futuro de la prensa escrita en Sevilla haciendo equilibrio sobre esa línea que separa el Ayuntamiento de la Puerta de Jerez. 1914.

Conocíamos al actual Benedicto XVI, pero pocos sabíamos de quién tomó el nombre. 1975. El director era Federico Villagrán y El Correo, abanderado en la lucha por las libertades. 1980. El editorial en portada, Andalucía imparable, ha dado origen a un conocido eslogan oficial. 1954. El Correo dedicó su portada completa a un día único en la historia reciente de Sevilla.

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