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"Nuestras corridas las seguirán matando dos figuras del toreo"

El director de la divisa de Núñez del Cuvillo, Álvaro Núñez Benjumea, repasa los principales hitos de su vacada en una temporada histórica que no se puede entender sin Manzanares.

el 15 oct 2011 / 19:34 h.

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Álvaro Núñez y Josemari Manzanares.
La gran temporada de los toros de Núñez del Cuvillo ya está en la historia. De Valencia a Barcelona -con un único tropezón en Madrid- se fueron sucediendo encierros de altísima nota que siguieron la estela de Arrojado, el toro indultado por José María Manzanares en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla.

Precisamente, el maridaje con el alicantino brindó las tardes más gloriosas de esta vacada dirigida por Álvaro Núñez Benjumea, que ya fue noticia al comienzo de la campaña al desmarcarse de los planes de José Tomás. Ésa será una constante en la próxima campaña: apostar por la presencia de las grandes figuras y seguir acudiendo a los escenarios más determinantes de la gran temporada.

-La ganadería puede presumir de haber hecho una temporada extraordinaria pero, sobre todo, de haber conseguido la gloria máxima de indultar al toro Arrojado en Sevilla de manos de José María Manzanares.
-Son momentos que te causan una felicidad increíble y ya están en el recuerdo de nuestra ganadería. Es imposible que se repita, y te queda en la memoria. De alguna manera se resume y se premia toda nuestra trayectoria, la de mi padre y la mía.

-Aquel indulto se producía además en el reencuentro de la divisa con la Maestranza. Quedaban atrás ciertos desencuentros con la empresa que os habían alejado de Sevilla.
-No habíamos podido lidiar, por H o por B, y la última vez que lo hicimos fue una tarde muy bonita en la que Talavante abrió la Puerta del Príncipe y Morante cortó dos orejas. Teníamos bastante miedo a volver, nos pesaba la responsabilidad y poder brindar una tarde tan plena... En esos días, lo que más te llena es salir de la plaza y encontrarte con la cara de felicidad de la gente. Ése es el mejor resumen de una corrida de toros y es lo que buscamos: engrandecer la fiesta y criar toros que posibiliten ese toreo. Lo que más te impresiona en esas ocasiones es la capacidad del torero de hacer feliz a la gente.

-No es casual que ese indulto lo oficiara José María Manzanares. Su temporada no se puede entender sin la vuestra.
-Yo soy aficionado a los toros desde que tengo uso de razón y nunca he visto a un torero hacer una temporada como la de Manzanares este año. Ha sido triunfador en Valencia, en Sevilla, en Madrid, en Barcelona... en todas las plazas que ha pisado. Gracias a Dios en muchas de esas tardes ha coincidido con toros nuestros. Tiene afinidad con ellos, está a gusto y es un torero grandioso en un momento de plenitud. Para el ganadero es un placer y una suerte que te mate tus toros.

-El nombre de Manzanares nos lleva a pensar en las estrategias del invierno. Hay quien desea que Tomás vuelva a matar vuestros toros pero, ¿podéis avanzar vuestros planes? ¿Cómo se va a repartir la camada?
-Cuando se toma una decisión hay que pensarla bien y después hay que ser consecuente con ella. Tenemos que ser coherentes. Y la idea que tenemos es que siga habiendo dos figuras en el cartel: Manzanares, Juli, Morante, Talavante y... José Tomás, por supuesto. Pero nunca buscar carteles en los que haya una sola figura. Me encantaría que José Tomás volviera a matar toros nuestros porque es un torero que me apasiona y al que le debemos mucho, pero entendemos que para nuestra ganadería es lo mejor, e incluso para la fiesta. Las posibilidades de triunfo aumentan considerablemente cuando hay dos figuras en el cartel y pueden estar acompañados de un torero emergente que despierte expectación e ilusión. Es el caso de la tarde de Bilbao: alternaron Morante, Manzanares y David Mora, y fue una tarde preciosa. La verdad es que ha habido muchas tardes para el recuerdo: el mano a mano de Jerez, el de El Puerto, que fue una tarde antológica...

-Y vuelve a salir el nombre del alicantino...
-En todas esas tardes ha estado presente. Unas veces con Morante, las más, otras veces con El Juli -como en Ronda o Barcelona- pero es verdad, siempre ha coincidido. Tenemos que preocuparnos de la prosperidad del toreo y para ello es fundamental generar ilusión. Ésa es la base: la ilusión y la felicidad que produce una corrida de toros. Ver toreros así, como él, como Morante o José Tomás... son los que tienen que estar con esos toros bravos, que no es fácil que salgan. No sabemos qué pasará el año que viene pero nuestra intención es mantener esa línea pero siempre en manos de toreros capaces de cuajarlos.

-Otros años se había dicho que Cuvillo había tocado techo pero éste ha vuelto a elevarse.
-Desde el año 2007, que fue el último año que lidiamos en Sevilla antes de volver éste, hemos vivido unas temporadas de gran regularidad dentro de lo incierta que puede ser la crianza del toro bravo. Hemos seguido una línea muy buena y creo que este año ha sido el más rico en hitos, y volvemos a hablar de Manzanares. Resultó triunfador en Valencia con una corrida nuestra; luego llegó lo de Sevilla. En Madrid lidiamos una mala corrida pero con la otra abrió la puerta grande. Ahí está lo de Bilbao, lo de Dax, Barcelona, El Puerto, Jerez, Huelva... son muchas tardes que han sido apoteósicas, ésa es la verdad. Ahí han quedado para el recuerdo.

-La pregunta final es obligada: ¿cómo está Arrojado?
-Está fenomenal. Es un toro muy fuerte y muy resistente y además muy fácil de manejar. Se recuperó enseguida y lo eché a las vacas muy pronto, porque tenía mucha ilusión en verle con ellas. Tenía las heridas un poco abiertas todavía y se infectó. Tuve que quitarlo pero se recuperó. Ha tenido 68 vacas y creo que 55 o 60 ha cubierto. Del toro que nos indultaron el año pasado en Algeciras ya tenemos 30 machos.

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