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“Nuestros muebles tienen personalidad; no se pliegan a tendencias”

Mercedes Eirín (Sevilla, 1971) y Antonio J. Pérez son los promotores de Planeta Edriel, una firma sevillana que diseña y fabrica muebles de manera artesanal.

el 23 mar 2013 / 20:29 h.

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Mercedes Eirín y Antonio J. Pérez son los impulsores de la firma sevillana Planeta Edriel. J. M. Espino (Atese) Mercedes Eirín y Antonio J. Pérez son los impulsores de la firma sevillana Planeta Edriel. J. M. Espino (Atese) Mercedes Eirín (Sevilla, 1971) y Antonio J. Pérez se unieron en 2010 para poner en marcha Planeta Edriel, una iniciativa donde confluyen arquitectura e interiorismo, arte y método, intuición y reflexión, con un fuerte compromiso con la libertad creativa y con una manera ética de hacer empresa. De estos componentes nacen muebles y objetos con un diseño que les ha abierto puertas en los foros internacionales del sector. –¿Es pionera en Sevilla su manera de aplicar el diseño y el arte a los muebles? –No sé si somos pioneros. Sí es cierto que hay mucho talento, pero no me consta que se hayan creado nuevas empresas de este tipo. Somos pioneros en la libertad de hacer empresa. Vengo del sector del mueble, donde he trabajado 17 años. El año pasado fuimos con nuestra propuesta a Milán y pensaban que éramos catalanes. Cuando le decíamos que éramos del sur se sorprendían. –¿Cómo surge la firma? –En 2010, en plena crisis. Nos conocíamos desde pequeños y, a través de colaboraciones, nos dimos cuenta de que éramos compatibles. A partir de entonces pensamos en por qué no construir un proyecto empresarial con el tema del diseño industrial de muebles y objetos. La empresa se formalizó a principios de 2012. Estuvimos año y medio para construir la base. –¿Nace como necesidad frente a la crisis? –Nace por la trayectoria industrial de cada uno. Las crisis no tuvo nada que ver. Lo hubiéramos hecho en cualquier otro momento. Sí ha podido influir en el cómo. –¿Cómo lo hace en su caso? –Apostando por que el valor añadido no sea solo el diseño, sino abrir nuevos espacios de cooperación. Hay que aunar nuevos espacios colectivos, no sólo productivos o espaciales. No basarse en la competencia, sino construir alianzas. Sevilla está viviendo un momento creativo muy fuerte. –¿Qué tipo de clientes tiene? –Un poco de todo, aunque en este caso sí está condicionado por la crisis. No es que sea caro, pero ahora todo es más difícil. Nuestro producto está enfocado a todo tipo de público y queremos abrir el abanico. De hecho, vamos a lanzar una línea más económica. Para llegar al público hemos ido a la feria de Milán. Y por aquí también. Cuando estuvimos en Italia nos decían que salía música de nuestros muebles, recibimos comentarios muy positivos de expertos y les gustaban al público en general. Tenemos muebles de todo tipo, algunos más enfocados a espacios escénicos. El que te llame la atención lo que hacemos tiene mucho que ver con ser contemporáneo. Aquel que se siente un tipo de su tiempo es el que nos compra. Los hoteles también han comprado algunos de nuestros objetos. –¿Qué es lo que ofrecen? –Son muebles de diseño con valor artesanal, de ahí que queramos tener un tamaño manejable como empresa, para conservar ese punto. También diseñamos para otras fábricas del sector. –¿Cómo lograron llegar a la feria de Milán? –Queríamos ir porque tiene mucho tirón, aunque es muy difícil. Al final nos admitieron. La acogida fue fantástica y nos llevamos una sorpresa. De hecho, nos eligieron como uno de los dos mejores stands extranjeros. La gente supo valorar el sello propio. De España sólo íbamos nosotros y Ágatha Ruiz de la Prada. Son muebles que tienen personalidad y que no se pliegan a tendencias o modas pasajeras, que están ligados a nuestra manera de ver el mundo y eso imprime carácter. Hablar de exclusividad no me gusta. –Aparte de su sede, muestran sus diseños a través de la web. ¿Qué importancia tiene esta ventana para sus ventas? –En la web aparece el showroom que teníamos antes y nuestra idea es potenciarla. El consumo interno ha caído muchísimo. Incluso antes de la crisis sabíamos que teníamos que enfocarnos hacia otros países fuera de España, sobre todo de la UE, para sacarle partido al mercado común. –¿Están realizando algún tipo de incursión en el exterior? –Con Extenda vamos a participar en mayo en una misión inversa y viene gente de EEUU, Emiratos Árabes, Marruecos, Panamá, México y Rusia. Viendo las estadísticas de la web, detectamos que muchos de los que nos visitan son rusos. Es un mercado emergente. –¿Cuál es su plan para internacionalizar la empresa? –Se puede hacer a través de distribuidor o alianzas, siempre que no se pierda la esencia. No queremos producir a gran escala, sino con calidad aunque, eso sí, intentando llegar a todo lugar posible. Las piezas son limitadas. Nos planteamos ir a más ferias, como Berlín o Madrid. La empresa cuenta con dos líneas. Está Eco_Line, en la que usamos material reciclado con el fin de alargar su vida útil o materiales no comunes en el mundo del mueble, como uralita o cintas transportadoras de caucho. La segunda es Free-Line, en la que damos rienda suelta a la creatividad, es libertad total. –¿Es posible implantar otro tipo de economía? –Estuvimos en la primera reunión en Andalucía de la Red de Economía Alternativa Solidaria, una iniciativa que ya está en otros puntos de España y países. Se basa en principios éticos que se siguen a la hora de hacer empresa, pero la red interna por provincias funciona de forma independiente. No hay jerarquías entre empresas. Hay que hacer negocios con pymes y democratizar el mercado.

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