Tras terminar su temporada de más éxito y a punto de cumplir cinco años en antena, Amar en tiempos revueltos comenzó ayer su sexta temporada. Y lo hace con novedades: nuevos personajes y apasionantes historias que muy pronto se ganarán la fidelidad de los espectadores de TVE.
Dieciséis actores llegan a la Plaza de Frutos para dar vida a los nuevos personajes que protagonizarán las nuevas historias en las que el amor, la venganza y el misterio estarán muy presentes con la llegada de Irene, una mujer lastrada por su pasado e incapaz de olvidar.
Desde que se estrenara en 2005 y con casi 1.200 capítulos, Amar en tiempos revueltos estrena nuevos capítulos que arrancan en el otoño de 1954, coincidiendo con las elecciones municipales convocadas por un régimen que se sabe cada día más fuerte, y concluye a finales de 1955, con el ingreso de España en las Naciones Unidas: el aislamiento ha terminado y el franquismo se dispone a perpetuarse.
La sexta temporada se articula en torno a Irene, un personaje de una gran intensidad dramática, y con el tema de la memoria, la dificultad de perdonar y de cómo el deseo de venganza impide la felicidad, como telón de fondo.
Personaje fundamental de las nuevas entregas será Andrés Hernández Salvatierra, un hombre de empresa con aspiraciones políticas. Un embarazo no deseado fuerza su matrimonio con su prima Eulalia, una mujer a la que nunca ha querido.
Tienen dos hijos: Jaime y Almudena. Andrés mantiene desde años una relación sentimental con Lina, antigua vedette que ahora regenta una academia de baile.
El tercer bloque de personajes lo constituyen los porteros de la finca en la que vive la familia Hernández Salvatierra. Relacionados por parentesco con Manolita, que les ha conseguido el empleo, forman una extensa familia, encabezados por Trino y Felisa, los padres, Basilio, el abuelo, y cuatro hijos: Miguel; Asunción, Chelo y Pedrito.
Con la llegada de nuevos personajes, se agregan también nuevos decorados: la casa de Manolita y Marcelino, los domicilios de Andrés y Eulalia, de Irene y Ubaldo, de Adelina y la casa de los porteros. Además, la academia de baile y la tienda de discos serán algunos de los lugares de encuentro.
