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¿Nuevo escenario, nueva política?

El ascenso republicano en las elecciones legislativas de EEUU obliga a Obama a replantear a mitad de mandato su estrategia.

el 06 nov 2010 / 20:47 h.

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Emaná se zafa del rival vallecano.

La "paliza" sufrida por el Partido Demócrata el pasado martes en las elecciones legislativas de EEUU obliga al presidente, Barack Obama, a variar el rumbo a mitad de mandato. Un líder al que un alto porcentaje de estadounidenses tachan de socialista -por sus reformas de calado social- y creen musulmán -en un país donde musulmán y terrorista van cogidos de la mano-.

El tsunami republicano en la Cámara de Representantes refleja el deseo de los votantes por un cambio en la cultura política, pero lo más probable es que continúen las luchas sectarias en el Congreso de EEUU, según vaticinan los expertos.

Los comicios legislativos del martes, que dieron a los republicanos su mayor victoria tanto en el Congreso como en las legislaturas estatales, son fruto de la frustración y la ansiedad por la anémica recuperación económica en EEUU. El viernes se publicaron los datos del paro: la economía estadounidense creó 151.000 empleos en octubre, aunque la tasa de paro se mantuvo estable en el 9,6%.

Los republicanos han logrado recuperar el control de la Cámara Baja por primera vez desde 2006 y los demócratas han mantenido el control del Senado, lo que previsiblemente les obligará a replantear sus estrategias para conjurar una parálisis del proceso legislativo. Desde ya, los republicanos han dejado en claro que su misión será reducir la intervención del Estado y replegar la agenda reformista de Barack Obama. En el punto de mira de los conservadores están las reformas sanitaria, financiera y migratoria.

El legislador republicano de Ohio, John Boehner, que se perfila como el próximo presidente de la Cámara de Representantes -desbancando a la demócrata Nancy Pelosi-, ha renovado ante la prensa estos días su promesa de desmantelar la "monstruosa" reforma de salud que, a su juicio, eliminará empleos y arruinará el sistema actual de cuidado médico.

La primera gran batalla será la extensión de los recortes tributarios de la era de George W. Bush y que vencen a finales de diciembre. Los demócratas de corte progresista quieren vincularlos sólo a la clase media, mientras que los republicanos, y algunos demócratas centristas, quieren ampliarlos también a los ricos, lo que aumentaría el déficit fiscal. Precisamente, el presidente pidió ayer al Congreso que convierta en una prioridad la renovación de estos recortes, antes de que ambas Cámaras se renueven en enero. En su discurso radiofónico semanal y antes de su llegada a la India, Obama argumentó que la medida impuesta por Bush es clave para mantener a flote a la clase media, pero se mostró contrario a mantener los beneficios para las familias que ingresen más de 250.000 dólares anuales.

En el área de inmigración, el legislador republicano Lamar Smith, que previsiblemente presidirá el Comité Judicial de la Cámara Baja, se opone férreamente a la reforma migratoria que impulsan los demócratas.

En política exterior, los expertos esperan una mayor resistencia republicana, por ejemplo, a una mayor flexibilización de los viajes hacia Cuba. Menos oposición encontrará Obama con la guerra de Afganistán, cuyo devenir analizarán los líderes mundiales en la cumbre de la OTAN que se celebrará el 19 de noviembre en Lisboa.

No obstante, el presidente admite, en una entrevista que la CBS emite hoy, que se equivocó al creer que "el liderazgo era sólo legislación". "A lo largo de dos años, estábamos tan ocupados y concentrados en hacer una serie de cosas (en el Congreso), que dejamos de prestar atención a que el liderazgo no consiste solo en la legislación", indicó.

Concordia o rechazo. Pese a todo, en el clima actual, "antes de confrontar los retos de un Gobierno dividido... los republicanos tendrán que ponerse de acuerdo" sobre si gobernarán en aras de la concordia, opina Norman Ornstein, del American Enterprise Institute, al vaticinar que "la confrontación será la orden del día". Entre los conservadores que piden más austeridad fiscal y los liberales que exigen más ayuda del Gobierno para mitigar la crisis, aumenta el riesgo de un "estancamiento", observó Maya MacGuineas, presidenta del independiente Comité para un Presupuesto Federal Responsable.

Ahora el partido de oposición se siente envalentonado por el aparente giro a la derecha en el país: según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales (NCSL, en inglés), los republicanos tienen aproximadamente 3.890 escaños, o el 53%, de los escaños en las legislaturas estatales en EEUU. Es el mayor número de escaños en filas republicanas desde 1928 y el Partido Republicano, además, controlará al menos 54 de las asambleas estatales, su mayor número desde 1952, según NCSL.

La gran pregunta de todos en la blogosfera y editoriales periodísticos es si, de cara a los comicios generales de 2012, los partidos acatarán el deseo de los votantes de buscar soluciones consensuadas o mantendrán la acritud que les caracteriza.

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