Durante todo este año, el padre de Marta, Antonio del Castillo, ha arremetido contra el hecho de que, a su juicio, la Policía no actuara desde el primer minuto en el que se denunció la desaparición. Por eso, en junio de 2009, el Ministerio del Interior anunció la puesta en marcha de un nuevo Sistema de Alerta por Desaparición de Alto Riesgo denominado Sadar, cuyo protocolo de actuación establece que en todos los casos que afecten a menores, la alarma se active inmediatamente de manera que todos los sistemas informáticos de la Policía tengan constancia de la desaparición. Hasta ese momento, los casos se valoraban de forma individual, y era habitual que los dos primeros días no se tomaran medidas contundentes porque en ese periodo la mayoría de los menores suelen volver a casa por voluntad propia, según los datos de la Policía.
Desde su entrada en vigor, en el momento en que se recibe la denuncia, ésta pasa automáticamente a la Base de Datos de Personas Desaparecidas y Cadáveres sin Identificar así como a otras de carácter internacional. El sistema Sadar permite también la difusión de avisos, alertas o peticiones urgentes de colaboración a la población en los casos en los que resulte necesario, a través de los medios de comunicación, plataformas tecnológicas o cualquier tipo de organización. Con este protocolo se evita, por ejemplo, que cualquier persona desaparecida pueda salir del país a través de fronteras o aeropuertos y amplía el margen de actuación de la Policía.
En Sevilla, se aplicó por primera vez para buscar a un niño de nueve años que desapareció pocos días después de que estuviera activo cuando iba a jugar al Parque de los Príncipes y que, finalmente, fue encontrado en casa de un amigo tras 19 horas de intensa búsqueda en la que participaron agentes de la Policía Nacional.
A raíz del caso Marta, el Ministerio de Interior habilitó también un teléfono gratuito de línea directa para casos de niños desaparecidos (el 116000), para atender tanto las denuncias como las posibles aportaciones de los ciudadanos a la resolución del caso. Este servicio traslada de inmediato la información a la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil para activar las medidas establecidas. Este protocolo fue presentado por el ministro del Interior, que en todo caso siempre recordó que en el caso de Marta sí se actuó desde el primer momento: la Policía fue a casa de Miguel al día siguiente de la denuncia y su teléfono fue pinchado a las 72 horas.
