El Ayuntamiento prevé construir 1.500 VPO en el suroeste de Dos Hermanas, algo que rejuvenecerá la población del entorno. Los nuevos inquilinos tendrán que convivir con los mayores de la zona, que hace medio siglo recibieron del Estado una casa para trabajar en las fábricas de aceitunas.
Y es que la barriada de Nuestra Señora de Valme, más conocida como la de las casas baratas, empezó a poblarse hace 55 años, al lado de la laguna de Maestre. Se llamaba así porque los terrenos están más bajos que los campos de alrededor, y en épocas de lluvia toda la zona se inundaba formando un charco, una laguna que se veía desde la hacienda de Maestre, situada cerca de la actual barriada de Las Portadas.
Los años de postguerra fueron de miseria para todo el sur de España, salvo en la zona de Dos Hermanas, al que le sobraban almacenes de aceitunas y les faltaba mano de obra para deshuesar el fruto del olivo. El gobierno franquista decidió entonces construir 120 casas para los trabajadores de la aceituna, sobre todo mujeres, que vinieron de Estepa, Utrera, Alcalá de Guadaíra. El gobierno, sabedor de que vendía viviendas a la clase más baja de España, definió una fácil forma de pago, entre 30 y 50 pesetas de la época durante casi toda la vida -hubo letras de hasta 40 años-.
Trabajo . Así se iba poblando el primer barrio nazareno, donde el trabajo lo hacían las mujeres. Los mayores recuerdan cómo esperaban a sus novias a la salida de la fábrica para acompañarlas a casas, siempre por calles de albero, pues los planes de urbanización tuvieron que esperar casi una década.
El paisaje que veían estaba lleno de olivos o naranjos, y siempre había agua por los alrededores, ya que vivían en una laguna. Estos críos, hoy jubilados, recuerdan aquellos veranos en los que una buena lluvia creaba una piscina para refrescarse.
Además, como cuenta Carlos Moreno, de 62 años, uno de los mejores momentos de los chavales era en abril. "Para la Feria de Sevilla se trasladaban los toros desde Antequera, y pasaba por el camino -donde ahora está la autovía- hasta la plaza de la Maestranza, por lo que los chicos nos subíamos a los olivos a ver pasar los toros", comenta Carlos, que también recuerda que para subsanar el problema de las inundaciones, el ayuntamiento decidió meter la tierra que, en la otra punta de la ciudad, los presos políticos de Los Merinales retiraban mientras construían el canal.
Entre estas anécdotas destaca la de Francisco Oviedo, que vino de Estepa con su familia, dice que aun sigue vivo Manuel Sánchez, "el cotorra" que le ofreció "un guiso de caracoles a un jefe de Estado", en alusión al presidente Carrero Blanco, cuyo yerno, Juan Borrero, vivía en la zona.
Lo que sí está demostrado es que el sucesor de Franco tenía un vínculo con la ciudad. Hasta acudió a la Coronación de la Virgen de Valme, protectora nazarena, y que por supuesto bautizó al decano de los barrios nazarenos.
