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Nunca antes había recibido seis goles al descanso

El Betis, que venía de vencer al eterno rival en el derbi y empatar con el casi invencible Barcelona, dio ayer un enorme y vergonzoso paso atrás ante el Real Madrid. La derrota frente al equipo en mejor forma de la Liga era previsible, como casi siempre, pero encajar seis goles antes del descanso alcanza la categoría de ridículo. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 23:02 h.

El Betis, que venía de vencer al eterno rival en el derbi y empatar con el casi invencible Barcelona, dio ayer un enorme y vergonzoso paso atrás ante el Real Madrid. La derrota frente al equipo en mejor forma de la Liga era previsible, como casi siempre, pero encajar seis goles antes del descanso alcanza la categoría de ridículo.

El partido entre el Betis y el Real Madrid se acabó en el minuto 34. En realidad casi podría decirse que se terminó en el 1, porque el equipo verdiblanco no compitió ni en el calentamiento y hasta unos juveniles habrían planteado más dificultades a un rival que dentro de dos días se juega la vida en la Liga de Campeones, pero bueno, habrá que reconocer que Oliveira se inventó un grandísimo trallazo a la media hora y que dio la impresión de que el encuentro viraba hacia otro destino que quizás no fuese la goleada. Casillas, además, regaló una excelente asistencia de gol al brasileño y el remate del delantero superó al guardameta. Pero a partir de ahí... el desastre.

El balón no cogió el efecto necesario y fue a estrellarse contra el poste izquierdo. Y dos minutos después, Marcelo envió un obús a la media luna del área visitante. No parecía ni ocasión, pero Raúl pasaba por allí y convirtió un centro al limbo en el tanto que ponía el punto y final a la contienda, que no a la goleada.

Hasta aquí, la descripción de los momentos clave de un partido que otra vez obliga a los béticos a mirar qué hacen hoy Osasuna, Numancia o Mallorca, por lo que pueda pasar, y que devuelve a la Liga la emoción que parecía perdida porque el Real Madrid lograba su noveno triunfo seguido mientras el Barcelona perdía después de 23 jornadas, así que la distancia entre ambos se limita ya a siete puntos. Qué gran trabajo ha hecho el Betis por el bien del campeonato: primero hizo perder dos puntos al líder y después no puso ningún reparo al segundo clasificado para que se llevase otros tres puntos.

Está bien que la Liga recobre algo de igualdad en la pelea por el título, pero el Betis podría haber puesto un poco más de empeño en complicar la vida al Real Madrid. No lo hizo, sino que salió al Bernabéu a esperar a su contrincante, quizás confiando en montar algún contragolpe, y de repente se encontró con que su sistema defensivo se convertía en su peor enemigo.

Su sistema defensivo, no sólo su defensa. El quinteto de la zaga estuvo horripilante, como Arzu incapaz de ganarle un salto a Raúl y Melli metido dios sabe dónde en el 1-0, Ricardo lanzándose cual Superman para salir bien en la foto mientras Huntelaar chutaba a puerta vacía en el 2-0, Melli y Nelson viendo en primera fila el doble remate del holandés en el 3-0 y la vaselina de Raúl en el 5-1 o Arzu facilitando el 6-1 a Sergio Ramos, pero es que el Madrid fue un auténtico peligro sólo con sobrepasar la línea central porque el mediocampo del Betis tampoco existió, así de simple.

Entre oleadas y oleadas blancas, Oliveira encontró un balón medio potable que equivalió a gol y luego desaprovechó la única concesión del Madrid en todo el choque. Después de ese lanzamiento al poste, el conjunto de Juande Ramos marcó tres goles en diez minutos mientras el Betis, ridículo, pequeño, humillado, rezaba para que acabase no la primera parte, sino el partido.

Y menos mal que su enemigo se tomó la segunda mitad como la pachanga del entrenamiento de los lunes, porque la debacle podría haber adquirido unas dimensiones más inquietantes incluso para Paco Chaparro. Para consuelo de los béticos, si eso es posible, sólo es una derrota. Exagerada y degradante, pero una al fin y al cabo. Y siempre será mejor perder 6-1 contra el Real Madrid con quince jornadas por delante que caer 0-5 ante Osasuna a un solo partido del final de la Liga.

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