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O Mel es brujo o el Betis será difunto

El equipo verdiblanco adelantó su Halloween particular. Su racha sí que da miedo...

el 30 oct 2011 / 22:09 h.

Jonathan Pereira persigue a Jairo.
Halloween es la noche de las brujas y precede al día de los difuntos. Y una bruja, o un conjuro, o una alineación extraordinaria de todos los planetas del universo, es lo que parece hacerle falta a este Betis para que reaccione y no acabe convirtiéndose en un difunto más de una Liga que ahora mismo le es hostil en cada detalle, en cada lance. Véase sin ir más lejos cómo le venció el Racing, enemigo mediocre donde los haya y al que le bastó media jugada para batirle y lograr su primera victoria de la temporada. Muy típico del Betis, eso de perder contra un rival que no ganaba a nadie. La historia del Betis en sí misma, ¿o acaso a algún bético le extraña el dato?

El Betis ha bajado al lugar que de verdad le corresponde después de vivir un mes de fantasía, irreal para el nivel de la plantilla que Vlada Stosic entregó a Pepe Mel con el permiso tácito y la colaboración puntual del propio míster. Que nadie rehúya su responsabilidad, por favor. Ocurrió así muchas otras veces, todas con la omnipresencia de la calle Jabugo como excusa ideal para decir ‘la culpa no es mía', y al Betis le fue como le fue. Pero volvamos al principio del párrafo. El Betis ya está en su hábitat natural, del décimo puesto para abajo. El problema es que antes de comer en bares de tapas se acostumbró a los restaurantes de tres tenedores y claro, la diferencia agiganta el desencanto. Pero este Betis proveniente de Segunda y con refuerzos que ni refuerzan ni juegan es lo que es, un candidato a la supervivencia. Nada más.

Truco o trato, dirán hoy los niños y las niñas cuando vayan de casa en casa para celebrar Halloween, fiesta muy poco española por otra parte. Si Mel llamase a la puerta del Betis, le responderían que o se inventa algún truco para resucitar a este muerto no viviente que es su equipo o el único trato será finiquitar su contrato. Así de desagradecido es el fútbol, deporte rey pero sin memoria. Y si el Betis ha perdido seis partidos seguidos será porque su defensa no anda fina, sus centrocampistas no crean juego y sus delanteros tienen menos puntería que un ciego, pero también será porque su entrenador se equivoca más que acierta. Así que ya sabe Mel: o se mete a brujo y hace desaparecer esos defectos y esas derrotas por arte de magia o su Betis será ese difunto que no parecía que fuese a ser. Porque si el Betis sigue más muerto que vivo, ¿quién será la primera víctima? Pues eso.

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