La campaña para las legislativas estadounidense toca su fin. En su recta final, Barack Obama ha pedido a los votantes que sigan luchando para lograr el cambio que busca su Gobierno y que mantengan la fe.
"Seguid luchando, seguid creyendo", ha señalado el presidente estadounidense en un mitin ante estudiantes celebrado en Minesota, en el que aprovechó el atril para prometer que si los demócratas siguen en el poder lograrán el "sueño americano" para las generaciones venideras.
Y es que los correligionarios demócratas de Obama ven peligrar su mayoría en el Congreso en las elecciones legislativas del próximo día 2. De hecho, y ante las encuestas que los sitúan muy por debajo de los republicanos, presidente se ha visto obligado a salir en su ayuda como si fuera un candidato más.
No ha sido el único. Su esposa, Michel Obama, se ha enrolado en la campaña, resucitando el espíritu de las elecciones presidenciales del 2008 al decir en un mitin en Stamford (Connecticut) que pueden y deben respaldar el "cambio" iniciado por los demócratas. "Fue sobre el cambio. Sé que podemos conseguir que este movimiento siga", ha indicado la primera dama, para añadir "sí podemos, sí debemos".
Todas las ayudas son pocas, por ello el ex presidente Bill Clinton también ha arrimado el hombro, dejándose ver por estos eventos electoralistas.
En sus discursos, Obama ha reconocido que los que se avecinan son unos comicios "difíciles", y ha destacado que le ha tocado gobernar en momentos "increíblemente difíciles".
Recordó que la situación en la que se encuentra el país, con una tasa de desempleo que ronda el 10%, es herencia de los republicanos que presidieron sobre la que describió como una "década perdida".
Defendió además las reformas de salud y financiera aprobadas en su mandato, y alertó de que los "intereses especiales" de los republicanos para volver a hacerse con el poder.
