Dani y Joao Tomás se lamentan en el duelo de 2001.
El Real Betis no puede dejar pasar otra oportunidad de zanjar su pasaporte continental para la próxima campaña. Si no fue capaz de hacerlo ante el casi desahuciado Mallorca, tendrá que rematar la faena en casa este domingo (20.00) ante un Zaragoza también en peligro de descenso.
Si no fuera por que en estos encuentros vitales los conjuntos en serio riesgo se suelen transformar, todos los números apuntarían a que se trata de una ocasión pintiparada para las huestes de Pepe Mel. Y es que el rival maño no ha sido capaz de ganar a domicilio en los últimos cinco meses, desde la jornada 17, justo el mismo tiempo que hace que el Betis no tropieza en el Villamarín. De hecho, ambos equipo han dibujado trayectorias paralelas en este tiempo y en tales circunstancias.
El Zaragoza de Manolo Jiménez, en efecto, arrancó el curso con bastante solvencia como forastero, con un triunfo por 1-2 en el campo del Espanyol que volvió a repetir en su cuarto desplazamiento, a Granada. En el ecuador del campeonato logró otros dos triunfos lejos de La Romareda, de forma consecutiva y en ambos casos con un marcador de 0-2: en la jornada 15 lo hizo en Vallecas y en la 17 en San Mamés.
Los goles de Hélder Postiga y Apoño ante el Athletic dejaban al equipo aragonés en una situación de cierto alivio, duodécimo en la tabla con 22 puntos. Pero es que desde entonces, la racha ha sido nefasta: apenas dos empates han arrancado los maños, en los feudos de Málaga (1-1) y de Levante (0-0), por siete derrotas. Una serie como visitante en la segunda vuelta que es, qué duda cabe, uno de los argumentos que explican que el cuadro de Jiménez haya caído a puestos de descenso (es antepenúltimo con 34 puntos) y se juegue su permanencia mañana en el Benito Villamarín.
Un estadio donde el Betis, por el contrario, ha cimentado buena parte de sus aspiraciones europeas y también en la segunda vuelta. Porque en la primera sufrió hasta cinco derrotas como local (Rayo, Atlético, Granada, Barcelona y Mallorca asaltaron La Palmera), pero desde ese tropiezo ante los insulares el equipo de Pepe Mel ha encadenado cuatro victorias y cinco empates. No falla en casa.
Otro apunte estadístico, aunque sólo es eso, que convierte la visita del Zaragoza en un duelo propicio para la victoria verdiblanca es el que se refiere a los antecedentes, ya que los aragoneses sólo han ganado en seis de sus 39 visitas a Heliópolis, con 22 derrotas y 11 empates.
Para rememorar la última victoria del Zaragoza en el feudo verdiblanco hay que remontarse a la campaña 2001/02, en concreto al 4 de noviembre de 2001 (once años y medio han pasado...), cuando el equipo entonces entrenado por Txetxu Rojo hizo con un triunfo por la mínima gracias a un gol de Xavi Aguado en el minuto 59 de un encuentro que se disputó bajo un fuerte aguacero que incluso puso en peligro la disputa del choque. Desde entonces, las seis visitas mañas al Villamarín se han saldado con dos empates y cuatro reveses, el último el pasado año cuando el hoy bético Juan Carlos anotó dos goles que casi dan un susto a los béticos (4-3).
