Un atentado suicida contra un puesto de control levantado en la provincia de Diyala por la policía iraquí y milicianos progubernamentales ha acabado con la vida de ocho personas, según fuentes policiales.
Las fuentes explicaron que un suicida detonó la carga de explosivos que llevaba adosada al cuerpo cerca de un control de seguridad en la ciudad de Miqdadiya, al este de Bagdad.
Fuentes policiales informaron de que los muertos son todos policías iraquíes o miembros de la milicia tribal Consejo de Salvación, mientras que entre los heridos también hay civiles.
En los últimos meses se suceden los ataques contra los miembros de los Consejos de Salvación, milicias apoyadas por las autoridades iraquíes y estadounidenses para frenar a la organización Al Qaeda en Irak.
Hoy también, dos niños murieron y otro resultó herido debido al impacto de varios proyectiles de morteros que cayeron en el campo de fútbol en el que jugaban, cerca de una base militar estadounidense, situada en la localidad de Yatrib, 70 kilómetros al norte de Bagdad.
En otro atentado, al menos cuatro policías murieron y otros cuatro resultaron heridos en un ataque perpetrado por un supuesto insurgente contra la patrulla en la que viajaban, en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
Este ataque coincide con los preparativos de una operación conjunta de las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses contra la organización terrorista Al Qaeda en la ciudad, la tercera más grande de Irak.
