Hasta hace dos años, los agricultores andaluces recurrían a la mano de obra inmigrante porque no había trabajadores locales suficientes que recogieran las cosechas, de ahí los cupos de empleados extranjeros. Los jóvenes preferían irse a la construcción pues pagaba mejores salarios y en los olivares, las fincas de fresas o los campos de naranjas se hablaba de todo menos español. Con el pinchazo inmobiliario y la crisis económica existe un regreso masivo a las labores agrícolas. Lo revelan los registros de demandantes.
Un total de 36.187 personas se habían inscritos en la gestión de empleo agrario del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para trabajar en las campañas agrícolas de Andalucía, cuya oferta se eleva a 4.577 puestos de trabajo.
Según los datos facilitados por el SAE, se trata de un sistema puesto en marcha para que se registren los trabajadores que demanden empleo agrario y, a su vez, las empresas agrícolas que necesiten mano de obra puedan también consultar dicha disponibilidad para así establecer un contacto directo con ellos y proceder a la contratación.
Por provincias andaluzas, Huelva es la que contabiliza más trabajadores inscritos en el mencionado servicio de empleo agrario, con 10.848, si bien es la que más empleo ofrece, casi el total, con 4.437 puestos de trabajo ofertados para campañas agrarias. Le sigue Córdoba, con 4.995 inscritos para sólo 29 puestos de trabajo, Sevilla, con 4.560 para unas 80 ofertas de empleo, y Jaén, con 4.008 personas apuntadas para acceder a tres empleos ofertados. Mientras, Cádiz aglutina 3.451 inscritos y no consta ninguna oferta de empleo para las cosechas; en Granada afloran 3.213 para 9 puestos; Almería, 2.529 para nueve empleos, y Málaga, con 2.583 para 10 puestos de trabajo.
Pero un matiz a todos estos números. En el agro de Andalucía aún existe la contratación directa. Un ¿te vienes a trabajar? OK. El SAE puede esperar...
