Cultura

Oreja para Cortés y vuelta para Ferrera en la sexta de San Fermín

El sevillano Salvador Cortés cortó ayer la única oreja de la tarde en la cuarta corrida de toros de la Feria de Pamplona, informa Burladero.com. Además, el extremeño Antonio Ferrera dio una vuelta al ruedo tras estoquear al cuarto, después de que le pidiesen la oreja.

el 15 sep 2009 / 07:46 h.

El sevillano Salvador Cortés cortó ayer la única oreja de la tarde en la cuarta corrida de toros de la Feria de Pamplona, informa Burladero.com. Además, el extremeño Antonio Ferrera dio una vuelta al ruedo tras estoquear al cuarto, después de que le pidiesen la oreja.

Junto a los dos espadas, destacó una importante corrida de El Ventorrillo, marcada por tres toros de alta nota. El cuarto, un toro serio y cuajado, que tomó la muleta con mucha clase y temple, el mejor de la corrida. Destacó también el sexto, un toro de mucha calidad y temple, mejor por el pitón derecho.

También resultó importante el tercero de la tarde, un toro noble y con clase, de buen fondo y temple. El primero, al que le fallaron las fuerzas, tuvo son por el pitón derecho, aunque menos trasnsmisión. Más deslucido resultó el lote de Juan Bautista, con dos ejemplares sin transmisión, recorrido ni mucha fuerza.

El torero de Mairena del Aljarafe firmó algunos de los mejores momentos de la corrida, ya con su tercero, al que citó en los medios con dos pases cambiados a un toro que acudía de largo. Lo más destacado de su labor fueron dos buenas tandas por el pitón derecho y una más por ese lado, bajando mucho la mano y toreando con lentitud.

Las bernardinas finales calentaron al público y pudo haber obtenido un trofeo mayor de no haber fallado con la espada. En el sexto, un toro con mucha nobleza, Cortés puso mucha voluntad y firmó series por la mano diestra con mucho temple. Por el izquierdo le costaba algo más al toro, aunque Cortés lo tapó con su disposición, pese a que no pudo ligar de la misma forma los muletazos. Tras una estocada desprendida paseó la única oreja de la tarde.

Con el que abrió plaza, Ferrera estuvo muy voluntarioso en todos los tercios, citando de largo al toro que acudía al engaño con alegría y prontitud. El extremeño basó la faena, sobre todo, por el pitón derecho, por donde el toro recortaba y se iba quedando corto a cada muletazo, revolviéndose por el izquierdo.

Con el cuarto el extremeño lució en banderillas y en la faena de muleta puso mucho voluntad con un toro de alta nota. El 'toro de la merienda' hizo que no se concentrase toda la atención en la labor del extremeño, que llevó muy tapado al toro y puso mucha entrega. Finalmente dio una vuelta al ruedo.

Por su parte, Juan Bautista ha visto silenciada su labor con el lote más deslucido de la corrida. Con el primero no terminó de confiarse, toreando al hilo y sin terminar de acoplarse por el pitón derecho, el único con posibilidades ya que por el izquierdo embestía sin clase. El quinto fue ejemplar de poco recorrido y él tampoco terminó de asentarse.

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