Oromana es el corazón verde de Alcalá de Guadaíra, como demuestra que los parques de ribera son cada vez más frecuentados y durante todo el año. El Ayuntamiento lleva una década restaurando la zona y ha recuperado ya 30 kilómetros de antiguos caminos y 150 hectáreas de zona forestal.
Ni el frío del invierno ni los 40 grados del verano impiden que los alcalareños cojan la bici, se quiten la chaqueta y vayan a pasear a los pinares de Oromana, el lugar más visitado de todo el municipio gracias a que la zona aúna naturaleza, ocio y deporte.
El parque Oromana constituye uno de los valores fuertes del patrimonio natural de la localidad, que presume de contar con 12 metros cuadrados por habitante de espacios verdes, cuando la UE exige sólo cinco. También destaca el Consistorio el fuerzo local por recuperar las señas de identidad alcalareñas, lo que le ha llevado a recuperar en gran parte la calidad de aguas del río Guadaíra, así como 150 hectáreas de parque de ribera y unos 30 kilómetros de caminos, casi todos cerca del río.
La compra de suelo cercano a las márgenes del Guadaíra, las plantaciones municipales y particulares, la recuperación de caminos y el adecentamiento de la zona para el paseo y el deporte han vuelto a transformar los alrededores de la ciudad, como antaño, en zona de ocio deportivo y familiar abierta a toda el área metropolitana.
Ahora los vecinos y visitantes pueden adentrarse un poco más en los pinares sin miedo a perderse, puesto que el Ayuntamiento rotulará la red de caminos en la márgenes del Guadaíra. Eso ayudará también a que los nombres de estas vías no caigan en el olvido: camino del Bosque, camino del Calvario, camino Alto de la Retama, camino de Oromana, del Algarrobo, de los Pintores, de la Fuensanta, del Zacatín, de las Aceñas... así hasta un total de veinte nuevas señalizaciones. El pleno ordinario del mes de mayo dio así apoyo a una propuesta de la comisión local de nomenclátor.
Además de la gestión que vende el Ayuntamiento, la implicación de los ciudadanos está siendo esencial para recuperar el entorno. En este sentido, los alcalareños han plantado en la ribera del Guadaíra nada menos que 4.000 árboles y 30.000 arbustos. Estas plantaciones se engloban en el proyecto turístico conocido como Riberas del Guadaíra, que incluye también un futuro pabellón educativo en la zona de San Juan. Este edificio se complementará con la antigua harinera que se convertirá en museo del pan, otra de las señas de la identidad histórica local.
