El mismo universo literario -una Barcelona en sepia y un cementerio de libros olvidados- para 700 nuevas páginas. Carlos Ruiz Zafón, para siempre ya conocido como el autor de La sombra del viento, presentó ayer en Barcelona su nueva novela en medio de un ciclón mediático. Un millón de ejemplares ya están en la calle.
'Zafónmanía' real o inducida. Nunca lo sabremos. El fenómeno La sombra del viento, publicada por la editorial Planeta hace siete años con una discreta tirada de 5.000 ejemplares y convertida hoy en la novela más rentable de este imperio editorial con 10 millones de libros vendidos en todo el mundo y más de cincuenta traducciones, trajo ayer hasta Barcelona a su autor, siete años después, convertido en una estrella, y a su nuevo libro El juego del ángel, nacido necesariamente al abrigo de su exitoso precedente.
El escenario del Teatro del Liceo estratégicamente convertido en el 'cementerio de libros olvidados' -que, más que un lugar, era uno de los protagonistas claves de su libro fetiche, La sombra del viento-, más de 200 de periodistas llegados de todas partes del país, libreros, editores y otros gremios librescos igualmente invitados y una presentadora de excepción, Olga Viza, arroparon la aparición sobre las tablas del coliseo de un menudo Carlos Ruiz Zafón, hoy escritor indispensable en las cuentas de resultados de la casa Planeta pero hasta hace poco menos de una década, invisible autor de literatura infantil y juvenil y miembro del ingente cuerpo de guionistas de la industria del cine y la televisión de Hollywood.
Este escritor discreto, brillante en las formas y lúcido en el contenido, consiguió que la presentación mundial de su nueva novela, El juego del ángel (desde hoy en las librerías), se ciñera a ser exclusivamente un acontecimiento mediático lícito y lógico -escenografía, presencia de medios, escenario, secretismo previo y demás mecanismos de marketing así lo habían previsto- y no pasara a convertirse en un espectáculo de más baja consideración.
"Acabo de llegar de Los Ángeles hace unas horas (donde reside desde el año 92) y todo esto me sorprende a mí tanto como a ustedes", acertó a decir Zafón, que aseguró encontrarse en un estado de "tranquilidad y serenidad" a pesar de la revolución creada a su alrededor.
Pues bien, después de meses de incertidumbre e hipótesis para las legiones de 'zafonmaníacos' -recuerden, diez millones de libros vendidos-, el autor desveló por fin, las claves de El juego del ángel, que es, no exactamente una precuela, como quiso matizar, pero sí una novela ambientada en "el mismo universo literario que La sombra del viento y "con el mismo corazón: Barcelona y el cementerio de libros olvidados".
No obstante, esta nueva historia, "que puede leerse de forma independiente a la novela anterior", se desarrolla en los años 20, dos décadas antes que en La sombra del viento y constituye el segundo volumen de los cuatro que finalmente cerrarán esta tetralogía sobre la ciudad condal y la literatura como escenario y estado novelesco.
Saga literaria. "¿Algo así como La Guerra de las Galaxias?", preguntó Olga Viza en la conversación previa a las preguntas del resto de periodistas. "Bueno, esta saga fílmica es, al fin y al cabo, una historia lineal con los capítulos, por decirlo de alguna forma, desordenados.
No es el caso de mis novelas, que narran historias totalmente independientes". El juego del ángel, pues, es una "gran aventura de intriga, romance y tragedia, a través de un laberinto de secretos donde el embrujo de los libros, la pasión y la amistad se conjugan en un relato magistral". Hasta ahí, nada nuevo. Los detalles de la historia, reacio el autor a desvelarlos, "sí presentan nuevos escenarios y situaciones" con una novela "más dialogada" y plagada de personajes.
En El juego del ángel se combinan nombres que luego -cronológicamente hablando- aparecerán en La sombra del viento (como los libreros Sempere, una saga en la que el hasta ahora padre se convertirá, hablamos de los años 20, en hijo). Asimismo, aunque Barcelona siga siendo el personaje "clave y orgánico" de la historia, su fisonomía cambia de forma radical. "La ciudad literaria, gótica, llena de sombras, es la misma; pero ahora no se muestra gris, oscura, como en la posguerra; sino bulliciosa y turbulenta".
Se atrevió a asegurar incluso Ruiz Zafón que El juego del ángel es una novela "superior a La sombra del viento", una vez comprendido el mensaje de que las comparaciones, más que inevitables, iban a estar omnipresentes durante toda la comparecencia. "Mantengo un reto conmigo mismo: conseguir que, una vez terminado el libro, sea exactamente lo que había querido escribir, ni una coma más ni una menos". En este sentido, "entiendo que El juego del ángel tiene que ser más interesante, porque al fin he podido desarrollar ideas que me rondaban desde hace mucho tiempo pero que no podía plasmar en una novela porque carecía de las herramientas necesarias que ahora sí tengo".
