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Otra ‘urgencia’: cambiar la duración de las carreras

Educación propone a las universidades que cada una decida cuándo terminar los estudios y sugiere ir a tres años de grado y dos de máster

el 23 jul 2014 / 22:57 h.

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Cuántas veces ha leído, escuchado e incluso seguro discutido el hecho de que enEspaña no hay modelo educativo, que en España cada cambio de signo político en la Moncloa trae consigo un diseño diferente de la manera de enseñar? Pues siento defraudarles, pero tras estas líneas van a volver a leer el enésimo capítulo sobre este particular. En esta ocasión, el centro del debate se sitúa en la Universidad, en su oferta de grados. Estudiantes en los pasillos de la Fábrica de Tabacos. / Foto: Paco Cazalla Estudiantes en los pasillos de la Fábrica de Tabacos. / Foto: Paco Cazalla Fue en 2007 cuando el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero implantó deprisa y corriendo el Espacio Europeo de Educación Superior (popularizado como Plan Bolonia), dando lugar a una estructura formativa basada en grados de cuatro años y otro más de especialización mediante un máster. Entonces, la primera, que no la última, evidencia de la improvisación gubernamental estuvo en que se empezó la casa por el tejado: se implantaron primero los másteres y después los grados. Siete años después y con el PP en el Gobierno de Madrid, el Ministerio de Educación abre ahora otro frente con las universidades al plantearles un RealDecreto en el que aboga por un grado de tres años y dos de máster, la estructura por la que apostaron la mayoría de los países europeos y que los rectores en 2007 reclamaron a Zapatero sin éxito. Pero el ministro José Ignacio Wert introduce un matiz envenenado: serán las universidades las que decidirán en cuánto tiempo se hacen las carreras que oferten. Wert propone liberalizar el mercado de la oferta académica. Los rectores –que con sorna hablan de que «el Gobierno apuesta por la I+D+I: Imaginación, Desparpajo e Improvisación»–dejaron ayer clara su postura al ministro en el Consejo de Universidades. En un informe previo de la ComisiónAcadémica Sectorial de las Universidades Españolas (Casue) al que ha tenido acceso este periódico, los rectores «están de acuerdo en debatir cuál es el mejor modelo de organización de la docencia de grado y máster», aunque critican el momento en el que se plantea el mismo porque «no se dan las condiciones necesarias ni la oportunidad». El documento alega que la actual oferta está aún «desplegándose», «no han salido las primeras promociones, por lo que difícilmente podemos disponer de una visión global de los resultados académicos obtenidos, ni tenemos una perspectiva temporal adecuada para valorarlos en relación a la inserción laboral de los estudiantes. En estas circunstancias parece aventurado cambiar el modelo». Primer aldabonazo. A continuación, los rectores avisan de que «en los próximos meses», los grados y másteres entran en un proceso obligatorio de acreditación. «Este será un momento importante para valorar cómo se ha desarrollado la implantación de los nuevos títulos en España, para detectar sus fortalezas y debilidades». Segundo aldabonazo. El nuevo cambio de modelo «tiene significativos costes sociales, académicos, legal-administrativos y, además, puede tener una incidencia negativa en las plantillas de profesorado». Tercer aldabonazo, que los rectores apostillan argumentando lo siguiente: «La sensación de confusión que puede producir en los empleados y en la sociedad en general: actualmente conviven el sistema preBolonia, con titulaciones de cinco años, con el sistema de cuatro años , y a estos se les podría añadir un tercero». La intención de Wert de que sean las universidades las que decidan qué duración tienen sus estudios daría lugar a un sistema universitario «inestable», «confuso» y que limitaría «la transparencia y la claridad en la información a los estudiantes». «Las universidades competirían no solo por captar a buenos estudiantes sino por vender dos sistemas diferentes como si fueran uno solo». Ítem más: «los peores estudiantes o los de menos recursos buscarían refugio en el 3+2 ya que con tres años tendrían las mismas competencias que los estudiantes de 4 años». El documento termina con una llamada a la cordura: «No olvidemos el esfuerzo que para todos los estamentos de la vida universitaria ha supuesto el cambio que hemos llevado adelante desde 2007 –el plan Bolonia se implantó a coste cero–. Consideramos que un sistema educativo necesita de tiempo de aplicación, reposo y reflexión». Ayer por la tarde, el ministro Wert respondió a esta petición de mesura anunciando que los grados de tres años estarán para septiembre de 2015.

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