El acuerdo alcanzado entre PSOE y PP para nombrar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tras dos años de enfrentamientos, ahora parece que no satisface a ninguna de las dos partes. Los dos partidos ponen reparos al sistema de elección de los miembros del CGPJ.
El primero en hablar ayer fue el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, quien anunció "dar una vuelta profunda" en esta legislatura a la regulación del CGPJ, ya que considera que no es razonable cómo está configurada actualmente. En declaraciones a RNE, el ministro señaló que actualmente "hay una inmensa mayoría de jueces para gobernar a los jueces", modelo que, ha dicho, no le gusta. Así, respecto al acuerdo alcanzado entre PP y PSOE para renovar el CGPJ, el ministro hubiera preferido un mayor pluralismo pero "no ha podido ser", afirmó.
"Lo que se ha hecho en el Consejo es lo que se podía hacer de acuerdo con el marco constitucional", señaló Fernández Bermejo, que destacó además el planteamiento del PP, que exigió una composición en la que todos los vocales que propuso este grupo proceden de la Asociación Profesional de la Magistratura.
En el modelo actual el Parlamento queda sometido a las propuestas que hacen las asociaciones judiciales o los no asociados "y esto no me parece razonable", dijo el ministro, que se mostró partidario de ampliar el cupo de personas que puedan proponer y que nadie pueda ser candidato "sin el aval de una academia, de un colegio o de un consejo". Para Bermejo, el Parlamento debe tener más oferta, recibir más propuestas y tener una "amplia decisión para la selección".
La respuesta del PP no se hizo esperar, la portavoz del grupo en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, recordó ayer que su partido, tal y como reflejaba el programa electoral de los últimos comicios, es partidario de que las Cortes Generales no intervengan en la elección de los jueces que integren el CGPJ.
Sáenz de Santamaría, en una conferencia de prensa celebrada en el Congreso, aludió de este modo a las declaraciones de Fernández Bermejo. Sáenz de Santamaría defendió el acuerdo para renovar el CGPJ alcanzado con el PSOE, CiU y PNV, pero centró sus comentarios en los criterios empleados por el PP, que ha sopesado la representatividad de las asociaciones judiciales para designar a sus candidatos. No obstante, indicó que su partido, sobre este aspecto, quiere ser "ambicioso" porque, si bien el acuerdo logrado es "bueno", el procedimiento sobre el que se sustenta "no es tan bueno". Para el PP, sería más adecuado que la elección de los jueces y magistrados se haga por los propias asociaciones judiciales, sin intervención del Congreso ni el Senado.
Actualmente, los 20 vocales del CGPJ necesitan el visto bueno de las Cortes Generales, tanto los 12 de extracción judicial, que van directamente al pleno de las Cámaras, como los ocho juristas de reconocido prestigio, que además de la aprobación del pleno, requieren la evaluación de las Comisiones de Nombramientos del Congreso y del Senado.
Dejar trabajar. Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pidió ayer que se deje "un margen" al CGPJ para que "trabaje bien" y recordó que el sistema de designación de sus 20 vocales se cambió "hace relativamente poco", cuando gobernaba el Partido Popular.
De la Vega se expresó así pocas horas después de que el ministro de Justicia afirmara que hubiera deseado "más pluralidad" en la composición del nuevo CGPJ. La vicepresidenta, admitió que desde que se creó el Consejo se han hecho muchas reflexiones "desde todos los sectores" sobre cómo se puede hacer "más eficaz" el gobierno de los jueces, pero reiteró que ahora toca dejar trabajar al CGPJ y darle un margen de confianza.
