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Otro año en blanco y corrupción a flote

Sin grandes proyectos que llevarse a la boca, la ciudad sobrevive con las mijitas y cuadrando las cuentas. Lo peor, el paro y casos de corrupción que lo pringan todo

el 29 dic 2013 / 23:00 h.

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Por Juan Rubio, José Gómez Palas, Laura Blanco, M. J. García, José Gallego, Alejandro Luque e Ismael G. Cabral Este 13, un número de muy mal agüero, podría ser el que marque el antes y el después de esta ya larguísima crisis económica y laboral. Ha sido para Sevilla capital el año de la apatía y, también, de la resignación. Esto es lo que hay. La gestión municipal se ha centrado en cuadrar cuentas y reducir deuda apelando a una fe ciega en la austeridad. Y esto, que tampoco es fácil, no sólo no vende sino que impide cumplir el programa electoral de quienes ganaron en la Plaza Nueva, salvo mijitas, la estrategia de las pequeñas cosas, de la micropolítica, sin trascendencia para lo más acuciante: la falta de empleo. Por la crisis económica, por el escaso presupuesto municipal para inversiones e incluso por las empresas que se le escapan, al alcalde no le salen los grandes proyectos prometidos para la ciudad, y el sello personal de la factoría Zoido queda reducido al mapping. Triste, pero cierto. 2014 será el de la víspera de las elecciones. Y o se pone las pilas, o se las ponen. Once días duró la huelga de Lipasam Once días duró la huelga de Lipasam En el bajo perfil al que ha quedado reducido el líder, sí hay un golpe encima de la mesa con el que ganó firmeza, credibilidad y seguridad: el pulso ganado en la huelga de Lipasam. Once días con la basura en las calles y la pestilencia en las narices. La hartura de la ciudadanía, que ya no concibe ni excesos ni privilegios en este contexto de agobiante crisis, y el error estratégico de los sindicatos, que trataban de mantener vedada la bolsa de trabajo temporal, contribuyeron a que Zoido saliera muy reforzado a pesar de reaccionar tarde. Pero los grandes proyectos suman otro año en blanco. Ni Altadis, ni Gavidia, ni Ikea, ni SE-35, ni dragado del río Guadalquivir, ni nuevo puente en Torneo,… ni Pompidou siquiera. Queda medio frustrado hasta su plan para agujerear Sevilla para construir aparcamientos por la sencilla razón de que las compañías interesadas no le sacan punta al negocio. De aquí a las elecciones, a excepción de los mercados gourmet (Naves del Barranco y Mercado de la Carne), el mercado de abastos, centro deportivo y parking de la antigua estación de Cádiz, la Ciudad de la Imagen reconvertida en parque comercial y, si sale, la Zona Franca en el Puerto de Sevilla –proyecto éste al que el regidor hispalense se aferra como gran aportación de la legislatura–, poquito podrá inaugurar Juan Ignacio Zoido. Buscar culpables fuera de casa sí lo ha hecho. La Junta de Andalucía tiene la culpa de toda la parálisis. La castigadora de Sevilla. Lo dice un alcalde que a duras penas trata de sacudirse la losa de ser el presidente del PP andaluz, algo que ocurrirá “después del turrón” (Rajoy dixit). Y para Zoido, la Junta, donde gobiernan PSOE e IU, está representada en el pleno municipal por Juan Espadas y, hasta ahora, por Antonio Rodrigo Torrijos. Un Espadas que, por cierto, se ha crecido como político y en su partido. Atentos a él. En Plaza Nueva, al margen de la sustitución de Demetrio Cabello al frente de la Delegación de Seguridad –atendiendo a la sentencia del Supremo que prohíbe la participación en las juntas de gobierno de las corporaciones locales de personas que no tuvieran la condición de concejal– por un Juan Bueno que adquiere más poder, la gestión municipal también ha estado marcada por el fundido a negro de Giralda TV, la desastrosa liquidación de Sevilla Global –con fallo judicial de readmisión de los trabajadores– y el nuevo recorte laboral en Mercasevilla, además de una empresa de la vivienda, Emvisesa, venida a menos. Y en el capítulo social, no pocos enredos con la burocracia a la hora de afrontar compromisos. Para 2014 dejamos la rebaja fiscal anunciada en 2013. “La mayor de la historia del Ayuntamiento”, asegura el PP municipal. Eso sí, tras subir en sus dos primeros años de mandato pese al programa electoral en contra. Pero si algo queda de 2013, es esa sensación de que la corrupción lo impregna absolutamente todo. El caso Mercasevilla en sus distintas ramas, el caso Fundación DeSevilla y la operación Madeja, siendo ésta la que puede salpicar incluso hasta la gestión municipal actual, revelan cuánta escoba necesita la política de aquí, allí y acullá, pero también la gestión sindical –lo de UGT clama al cielo– y la patronal –lo de la CEA también–. Muchos ríos de tinta quedan en el caso de las VPO de Sevilla Este ligadas a la Confederación empresarial. Por lo pronto, el puesto le costará a su presidente, Santiago Herrero, ya citado en la causa junto con buena parte de su cúpula. Por lo pronto… A partir de aquí, el resumen del año en la capital y en el conjunto de la provincia. POLÍTICA. SIN RECUPERAR AL ALCALDE Y TORRIJOS SE VA TORRIJOS-JUZGADOCasi en tiempo de descuento, el portavoz de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, el hombre de la sempiterna pipa cuya imagen quedará siempre marcada por la foto de una mariscada, presentaba su renuncia como concejal del Ayuntamiento de Sevilla, acuciado por dos imputaciones judiciales instruidas por la juez Mercedes Alaya: la supuesta venta irregular de los suelos de Mercasevilla y el desvío de subvenciones desde la extinta Fundación DeSevilla. Sale por la puerta de atrás después de once años de servicio al Ayuntamiento, en el que, al margen de lo posible malo, su impronta dejó también mucho bueno, especialmente en materia de viviendas sociales y carriles bici. El segundo nombre de la política este año es Verónica Pérez, quien asumió sin rivalidad la Secretaría General del PSOE sevillano sin sobresalto alguno después de que Fernando Rodríguez Villalobos, presidente del partido provincial y también de la Diputación de Sevilla, renunciara a decir aquí estoy yo y diera paso, pues, a un relevo generacional como el protagonizado por Susana Díaz al frente de la formación política regional. La capacidad de Pérez de aunar sensibilidades, e incluso de los antaño críticos, envía una imagen de unidad en el PSOE de Sevilla que nada tiene que ver con su tradicional jaula de grillos. Y por último, Juan Ignacio Zoido, el hombre que no quiere pero le imponen seguir siendo presidente del PP-A sin ganas y sin empeño. No por mucho decir que él Sevilla y sólo Sevilla Génova se decide a elegir candidato a la Junta de Andalucía, decisión que liberaría al alcalde de esta carga adicional del partido y dedicarse por entero a la ciudad, que falta les hace al uno y a la otra.  ECONOMÍA. LA INDUSTRIA HUYE Y LOS BARES BULLEN Contenedores en las instalaciones del Puerto de Sevilla. /. J. M. PAISANO (ATESE) Un año, otro, de frustraciones en la economía: cierre de empresas, proyectos que no salen adelante y paro, mucho paro. Junto con la clausura de pequeños comercios, cuyo reflejo más visual está en Plaza Nueva y el resto del Centro –a excepción del entorno de las setas de la Encarnación– pero que es incluso más crudo en los polígonos industriales –por ejemplo, los locales y oficinas adjuntos al Parque Torneo son un páramo–, 2013 ha quedado marcado por el cerrojazo de empresas tan emblemáticas como Cargil, Panrico, Danone, Roca o Muebles Rey, y aunque estas tres últimas se ubican en el área metropolitana, su efecto de cataclismo laboral se extendió a la capital. La palabra huida empresarial ha sido en este 2013 más fuerte que en los cinco años de crisis anteriores. Lo poco que se mueve no habla de industria, sí de comercio y bares, como se aprecia en el parque mal llamado Ciudad de la Imagen, donde las esperanzas están puestas en la empresa multinacional Costco, y el sinfín de esta moda llamada gastrobar, que puebla el Centro de la capital. Sin embargo, de industria pura y dura, cero. Y hasta las expectativas surgidas para recuperar los astilleros se han ido al traste: ni tan siquiera las interesadas se dignaron a acudir al concurso del Puerto de Sevilla para reutilizar las instalaciones. En positivo, la –por fin- paz accionarial en Alestis, que evita así la quiebra, el margen financiero logrado por Merkamueble para salir adelante y el armisticio familiar en el grupo MP. Lo peor de lo peor: el paro. 90.748 los sevillanos de la capital sin empleo (91.627 un año antes). Leve mejoría, sí, y confianza en que 2013 haya sido el año de inflexión. Lo mejor, el avance de la torre Pelli. CORRUPCIÓN. EL CASO MERCA YA SALPICA A LOS TRES GRUPOS alaya-portadaLa jueza Mercedes Alaya suma y sigue. Del caso Mercasevilla, iniciado por la denuncia de una mordida pedida a unos empresarios a cambio de adjudicarles la escuela de hostelería –hechos por los que ya fueron condenados los exdirectivos Fernando Mellet y Daniel Ponce y el exdelegado de Empleo Antonio Rivas– no solo salió la macrocausa de los ERE sino varias piezas ligadas a la gestión en la lonja y una separada que dio lugar a la Operación Madeja, que ha salpicado hasta al actual Gobierno. Alaya ordenó investigar el presunto enriquecimiento ilícito del exasesor municipal del PSOE Domingo Enrique Castaño por el supuesto amaño del concurso para la venta de suelos del mercado, por el que están imputados entre otros el exteniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos. Surgieron indicios de supuestos pagos al Gobierno de PSOE e IU por parte de las empresas Fitonovo y Fiverde a cambio de adjudicaciones. En una primera fase fueron imputados sus responsables, Castaño –que pasó por prisión– y su mujer. La operación continuó recientemente con registros en la Delegación de Parques y Jardines y cinco detenidos más de las empresas y dicha área municipal cuyo actual director, Joaquín Peña, resultó imputado y fue cesado por el alcalde. Si la primera fase apuntaba a una posible financiación irregular del PSOE, la segunda ha revelado que los pagos podrían haber seguido con el PP gobernando. IU tampoco se libra. Además de por Merca, Torrijos está imputado por los desajustes contables de la Fundación DeSevilla, una doble imputación que le ha llevado a dimitir. SUCESOS. SIN MARTA, EL POLACO Y LOS PERLA busqueda-marta-majaloba-01En su enésima versión del crimen de Marta, el asesino confeso, Miguel Carcaño, dijo que la chica estaba enterrada en la finca Majaloba de La Rinconada y que no fue él sino su hermano, Francisco Javier Delgado, quien la había matado de un culatazo en la sien cuando ella se interpuso para terminar una pelea entre ambos. Después enterraron el cadáver y lo rociaron con cal para acelerar la descomposición y evitar también su identificación. La nueva versión se producía un mes después de que el Supremo aumentara la pena a Carcaño en un año y tres meses de cárcel por el daño moral causado al no revelar el paradero del cuerpo de Marta, a sumar a los 20 años por asesinato. Se mantenía sin condenas tanto a Francisco Javier Delgado como a su novia, María García, aunque obligaba a la Audiencia de Sevilla a revisar la absolución de Samuel por falta de lógica. Esta instancia judicial justificó su sentencia y el amigo de Carcaño volvió a quedar absuelto. Y la Policía excavó, pero nada. El año, además, nos dejó la muerte de una inocente niña por el tiroteo de los Perla hacia una casa en las Tres Mil y que nada tenía que ver con la rivalidad entre ese clan y el de los Marianos. El Polígono Sur volvió a sacar lo peor semanas antes de estrenar Comisionada, la profesora de Psicología María del Mar González, que sustituyó a Jesús Maeztu. Entre los sucesos, dos más que helaron la sangre: la muerte de un gorrilla a manos de otro en la Macarena y la de un indigente polaco de 23 años en un albergue a las pocas horas de haber sido dado de alta en el hospital. Y para terminar, la cárcel para José Ortega Cano por haber provocado un accidente mortal de tráfico. COFRADÍAS. UN AÑO DE LA FE DESCAFEINADO viacrucis02Pai.jpgLa lluvia, el enemigo número uno de las cofradías, dio al traste con la que estaba llamada a ser una jornada para la historia de las hermandades sevillanas, para la Iglesia diocesana y también para el turismo de la ciudad. Las escasas gotas de lluvia que cayeron sobre la capital el 17 de febrero, primer domingo de Cuaresma, impidieron la celebración en las calles del Magno Viacrucis programado por la Archidiócesis para conmemorar la Pasión del Señor con la presencia de 14 imágenes de Cristo representativas de cada una de las estaciones de este acto penitencial. Por si fuera poco, las inclemencias meteorológicas se erigieron de nuevo en protagonistas de la Semana Santa. Sólo 32 hermandades llegaron a la Catedral en una semana marcada por el azote del agua y la polémica protagonizada por la hermandad de los Panaderos que, tras suspender su estación de penitencia en plena Campana, regresó a su capilla al son de marchas procesionales mientras bloqueaba el retorno de la hermandad de La Lanzada, que aguardaba en Cuna para volver a San Martín. La imagen de la Macarena refugiada en la iglesia colegial del Salvador es, posiblemente, la que mejor resume una Semana Santa sometida al capricho de la lluvia. La salida extraordinaria de la Virgen de los Reyes por el Año de la Fe, el 11 de mayo, tampoco logró concitar a muchos fieles. El mes de noviembre deparó la reelección de Manuel García como hermano mayor de la Macarena tras una encarnizada batalla electoral. La sorpresa llegó en diciembre con el cierre de San Roque. EDUCACIÓN. LA ENSEÑANZA DIFERENCIADA, SIN CONCIERTO conciertos-educacion-difereEl curso escolar vino marcado por la retirada del concierto a siete centros de educación diferenciada, una medida que la Junta llevaba años intentando acometer y que tras el varapalo del TSJA logró finalmente el aval del Supremo. El fin de las ayudas públicas a los colegios no mixtos movilizó a los padres, directores y algunos sindicatos, que reclamaron sin éxito la paralización cautelar hasta la aprobación de la nueva ley estatal de educación (Lomce) que blinda la subvención a estos centros. La Junta, sin embargo, ya ha anunciado que no habrá marcha atrás por cuanto los conciertos se renuevan cada cuatro años, si bien los colegios afectados lo pedirán. A las aulas sevillanas accedieron este año menos niños de 3 años que el curso pasado, reflejo del descenso demográfico, pero la concentración de la demanda en ciertos colegios de Nervión, Bami, Triana o el Centro obligó de nuevo a elevar ratios o ampliar líneas. Los límites a la contratación pública impuestos por el Estado han afectado a la plantilla municipal encargada del mantenimiento y la limpieza de los colegios, con casos tan acuciantes como la escuela infantil Santa Catalina, cuyos alumnos tuvieron que ser reubicados de urgencia por goteras. Se consumó el cierre del IES Las Aguas de San Pablo aunque se frenó el del Siglo XXI de Torreblanca. Mientras, los rectores de las Universidades dieron la voz de alarma porque los retrasos en los pagos de la Junta llegaron a poner en riesgo las nóminas. Los recortes en las becas y la Lomce movilizaron a la comunidad educativa.

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