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Otro galeón nace en las Atarazanas

La Fundación busca entre 5 y 8 millones de euros para su proyecto, compatible con Caixafórum

el 10 feb 2011 / 20:01 h.

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Recreación de la propuesta Galea Magna Atarazanas, un espacio patrimonial de excelencia en la zona medieval.

En marzo de 2009, la Junta cedió las llaves de las Reales Atarazanas a La Caixa durante 75 años. La entidad catalana prometió una inversión de 25 millones de euros en su Caixafórum sevillano -centro cultural y social de primer nivel- y puso como fecha de apertura el año 2015. El arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra ya trabaja en el proyecto, que potenciará el valor histórico del edificio, que se abrirá a la calle y se descubrirá al ciudadano. Sin embargo, un nutrido grupo de sevillanos quiere que las Atarazanas sean y alberguen aún más.

La Fundación Museo Atarazanas, presidida por el exalcalde de Sevilla Manuel del Valle, presentó ayer su propio proyecto (bautizado como Galea Magna Atarazanas), "absolutamente compatible espacial y conceptualmente con Caixafórum", ante el delegado territorial de La Caixa, Felipe Pulido; el delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, y un nutrido grupo de representantes del mundo empresarial, universitario y sindical, así como de asociaciones. Incluso otro exalcalde, Luis Uruñuela, brindó su apoyo al proyecto, así como el director conservador del Museo Naval de la Torre del Oro y representantes de la Red Europea de Astilleros Históricos.

La propuesta, en principio, parece contar con un respaldo unánime, pero ¿en qué consiste? ¿Es totalmente compatible con Caixafórum? y, sobre todo, ¿con qué financiación contará?


En primer lugar, el director de la Fundación, José Manuel Núñez, explicó ayer que pretenden disponer de tres de las siete naves actuales, una zona diáfana en el proyecto de Vázquez Consuegra, aseguran.

El proyecto incorporaría la fábrica de una de las primeras galeras que ordenó construir Alfonso X el Sabio para crear la Real Marina de Castilla. Por ello, se bajaría la cota de suelo en las naves 4, 5 y 6 a su nivel original del siglo XIII, es decir, cinco metros y medio por debajo del suelo actual, "potenciando la espectacular volumetría arquitectónica del edificio", según Núñez.

Se recrearía una galera medieval de la época alfonsí, insignia simbólica de lo que vendría después. Una galera a medio acabar, por lo que se dispondría de una cama (como se llamaba en la época) de trabajo en la nave seis con la crujía y las cuadernas asentadas de forma longitudinal y la proa orientada hacia el río, su destino natural, generando "una visión única e irrepetible".

Y dicha galera tendría poco que ver con la idea recogida en películas como Ben Hur. Los remeros iban de pie, al aire libre y había dos filas de remos en cada lado del barco. Por lo que las galeras medievales se parecían más a naves vikingas. Así lo apuntan los expertos y así lo explicó el arquitecto Juan Carlos Gómez de Cózar, responsable, junto con Íñigo Ariza, de la propuesta de la Fundación.

Ésta también incluye el uso de la nave siete para eventos especiales (como cenas de gala de grandes congresos), relacionados con un turismo de calidad, el ocio y la cultura. Por eso, Núñez destacó que este proyecto "adicional" al de La Caixa "creará empleo y negocio" en Sevilla y su área metropolitana.

Eso sí, para que todo esto se pueda llevar a cabo, la Fundación tiene que tener el visto bueno de La Caixa y presupuesto para afrontarlo.

Felipe Pulido, delegado territorial de la caja catalana, sólo apuntó que la propuesta está "en estudio" y que no se podía pronunciar sobre si la financiación se asumiría o si se patrocinaría.

Del Valle, por su parte, admitió que el objetivo de la Fundación era aportar ideas y buscar patrocinadores, puesto que no tenía capacidad para materializar el proyecto. Eso sí, "no necesariamente lo tendría que hacer La Caixa", a quien entregaron el proyecto el pasado lunes. En los próximos días se lo presentarán al alcalde y a los grupos políticos, que ya aprobaron en un Pleno de febrero de 2007 salvar las Atarazanas.

No obstante, para rescatar la historia de Sevilla enterrada bajo sus naves, se necesitarán entre 5 y 8 millones de euros. Es la primera estimación, según fuentes vinculadas al proyecto que también apuntaron que los fondos europeos podrían ser una importante fuente de ingresos.

Del Valle, en su estreno como presidente de la Fundación, recalcó que para recuperar la dignidad de este edificio de 1252 se requiere el esfuerzo de los sevillanos. "Es una ciudad ensimismada que hace falta zamarrear de vez en cuando para que sepamos que no debemos esperar a que venga alguien de fuera para arreglar nuestros problemas", aseveró tras agradecer la apuesta de La Caixa.

El exalcalde también planteó que la ciudad debería preparar ya otra conmemoración: en 2013 hará 400 años que llegó a Sevilla la embajada de Japón (de ahí que abunden los apellidos Japón), la primera oriental que desembarcó en España.

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