El ataque del Betis es manifiestamente mejorable y daría la bienvenida a cualquiera que le ayude a descubrir el camino hacia las redes rivales, pero de momento se va a quedar con las ganas. Primero fue Juanma, luego cayó Edu y ahora le tocó a Xisco. El balear se dañó el tobillo derecho y estará un mes de baja en el mejor de los casos.
Las limitaciones ofensivas del Betis, sobre todo cuando los titulares se cansan y Paco Chaparro se vuelve hacia su banquillo en busca de alternativas, quedaron muy al descubierto en la segunda parte del derbi.
El técnico verdiblanco podía alegar que las lesiones lo habían dejado sin titulares indiscutibles, Edu, y dos buenos refuerzos para momentos puntuales: Odonkor y Juanma, y el problema para el trianero es que esa lista aumentó porque Xisco, que seguramente habría dispuesto de muchos minutos en el Camp Nou, tuvo un mal gesto al centrar en un ejercicio y no sólo se lesionó el tobillo derecho, sino que se dañó la membrana que une la tibia y el peroné.
El atacante estará un mes de baja como mínimo, pero el diagnóstico definitivo depende de la resonancia que los médicos le realizarán el miércoles. La razón es sencilla y preocupante: el esguince es muy fuerte y la membrana en cuestión (sindemosis) podría estar rota.
El examen determinará el grado del esguince y el estado de la membrana, aunque el doctor Tomás Calero es optimista: "La zona se le ha hinchado muchísimo y hemos tenido que sacarle sangre, pero yo creo que no está rota", apunta el jefe de los servicios médicos del Betis.
Evidentemente, si la sindemiosis está rota, el periodo de convalecencia se alargará, "aunque no mucho más", aclara Calero. El plazo -entre cinco y seis semanas, según el club- estaría en función del tiempo que la pierna esté inmovilizada.
