El Barcelona disputará la final de la Supercopa ante el Power Electronics Valencia tras pasar por encima del Real Madrid (89-55, 34 puntos de diferencia) ofreciendo un vendaval de baloncesto en el tercer cuarto (31-8 de parcial) ante el que no supo oponer resistencia el nuevo proyecto de Ettore Messina.
Desde el inicio se plasmó la superioridad azulgrana, pero fue en el tercer cuarto donde las diferencias fueron abismales. En siete minutos los de Pascual destrozaron al Real Madrid con un parcial de 25-3 sin respuesta alguna. La sangría llegó a 40 puntos (74-34). Con esa superioridad, el último cuarto ya sobró.
La brecha se abrió desde muy pronto (21-9 en el minuto 9), ayudada por un Real Madrid que sólo anotó tres canastas en diez minutos y que sobrevivió desde el tiro libre. El Barcelona martilleó una y otra vez el aro con un acierto excepcional y se marchó 38-17 en el minuto 15. Al descanso, un concluyente 45-29. Terence Morris convirtió cuatro triples de cinco intentos -ya desde una distancia de 6,75 metros- y la pesadilla para el Madrid empeoró tras el descanso. El marcador al final del tercer periodo era 76-39.
REACCIONES. Messina, técnico blanco, resumía así la paliza histórica: "Directamente, no hubo partido. El primer culpable cuando pasa algo así es el técnico". Felipe Reyes, por su parte, dijo que "jugando así no ganamos ni a un equipo de la Liga EBA".
SORPRESA EN VITORIA. El rival del Barcelona será el Power Electronics Valencia, que sorprendió al anfitrión, el Caja Laboral, gracias a una canasta del francés De Colo a un segundo y medio del final (66-67).