Local

Para el peregrino gourmet

Posada de Velilla (Camas). Nueva gastronomía en el Aljarafe, en un local de reciente creación pero con el buen gusto de lo más noble de lo tradicional.

el 25 mar 2011 / 10:07 h.

TAGS:

En Camas, calle principal de pueblo, que es ruta de tapeo y Camino de Santiago, desde la plaza del Ayuntamiento la calle se abre de capa en la peña taurina del maestro Curro Romero, para enseguida dar unas verónicas de lujo en la tradicional taberna El Tívoli, cuyo azulejo sobre la barra atestigua la añada, 1951, desde aquí vamos pasando los tercios con el alivio de varias barras de arte.

Pero el Camino pide posada y, antes de salir a campo abierto por la Ruta de la Plata, paramos en la de Velilla, su azulejo en la fachada canta lo que hay dentro: casa gastronómica, y vaya si lo es, digo casa, pues lo es de tres pisos, y es gastronómica, una pizarra nos lo barrunta y, al entrar, la cocina, a la vista del público, así lo proclama.Posada de Velilla abrió el pasado día de San Valentín y, si de amor hablamos, el que han puesto Alicia y Jesús en su empeño, dar bien de comer y de beber.

Cuentan con la colaboración de José María Tavallo, jefe de cocina, que, tras licenciarse en la Escuela de Heliópolis, pasó por La Raza, San Fernando 27 y Gastromium, no es mal curriculum.El local cuenta con una pequeña barra y dos espacios de mesas para tapear, uno de ellos, un patio cubierto por una montera de cristal que da luz al espacio, en ellos atienden Jesús y Pepi. La carta enumera una serie de propuestas que se pueden degustar, en su mayoría, en tapas (entre 2,50 y 5 euros) o en platos (entre 6 y 16 euros).

Muy atractivos los entrantes, entre otros, una correcta terrina de foie con una original mermelada de pétalos de rosa y cucurucho de polvos de quicos. Espectacular la presentación del ravioli de morcilla con huevo de codorniz quizás mejor sin la cebolla glaseada que, para mí, aporta demasiado dulzor a la tapa. El wok de verduras y arroz con confit de pato, con un toque de soja en la salsa que le da fuerza y sabor al conjunto, muy bueno y sabroso. Para terminar un postre casero original y extraordinario, una sobria gama de marrones y blancos que, al mezclarse, explotan en la boca: turrón casero con espuma de chocolate, yogurt griego y helado de leche, el contraste de sabores es magnífico y el complemento ideal un Finca Antigua Moscatel que da un toque cítrico, que añade una nota de azahar al chocolate y a los lácteos perfecta.

Terminar diciendo que la carta de vinos es corta pero original y novedosa, nos sorprendió un rioja llamado Culto. Los vinos de Colonias de Galeón (Sierra de Sevilla) están presentes en la carta, y los originales Habla del Silencio (Extremadura), Cuatro Pasos (Bierzo) y Finca Antigua (La Mancha).

  • 1