-Verano de crisis... ¿Lo está siendo también para usted?
-No me puedo quejar. Se nota que este verano está la cosa más paraíta, no hay tanto movimiento en las fiestas de los ayuntamientos, pero no puedo quejarme. A día de hoy tengo proyectos hasta diciembre, sobre todo ahora que estoy a las puertas del nuevo disco. Y, aunque discográficamente siempre estamos en crisis, eso nosotros ya lo hemos asimilado bastante bien, por lo que seguimos capeando el temporal.
-Un disco con DVD que saldrá el 7 de septiembre, dentro de nada...
-Sí, y además estoy muy ilusionada y satisfecha con este nuevo álbum. Es el primero de toda mi carrera que se ha hecho en directo y además en mi tierra, Sevilla. Lo grabé en el Lope de Vega y fue emocionante porque ese escenario me ha visto nacer y evolucionar profesionalmente.
-Y es especial porque en él hace balance de sus 15 años de carrera. De ahí el título.
-Miro atrás y siento que soy afortunada por vivir de lo que me gusta. Ha pasado muy rápido el tiempo, pero sigo teniendo la misma ilusión del principio. Lo más difícil es mantenerte, que el público te siga, pero me he dado cuenta de que las bases para seguir son el afán de superación, la ilusión y el ser natural. Al principio, cuando empiezas, tienes muchos miedos, pero es mejor ser como eres y no vender una imagen falsa porque el público es muy inteligente y sabe calarte a la primera.
-Aparte de la ilusión, ¿qué más nos va a sorprender en este nuevo reto discográfico?
-Pues he querido que sea especial. No se celebran quince años todos los días. He querido hacer un recorrido por las primeras coplas que cantaba. Y como está grabado todo en directo, el público se va a encontrar con algo totalmente diferente a lo que suele escuchar cuando el álbum se graba en una sala. En mis directos canto mis éxitos de siempre, pero también suelo incluir mis primeras coplas y otras que nunca he grabado pero que siempre he tenido ganas de incluir en un recopilatorio. Se toparán con una Pastora más cercana, la de las coplas y la que comparte escenario con Malú, Manuel Carrasco y Poveda, con el que canto una copla maravillosa.
-Nació con raíces copleras pero el tiempo y quizá los nuevos gustos han hecho que se decante por otro tipo de música.
-Es algo que he querido yo; ha sido una evolución natural. No quería encasillarme solamente en la copla. Y es que compartir escenario con Raphael o Alejandro Sanz, conocer a Rocío Jurado o cantarle una saeta a Lola Flores cuando ya estaba muy malita hacen que la profesión valga la pena, sea coplera o popera. Lo bueno que tiene esta evolución es que mi público sabe que lo mismo le puedo cantar Ojos verdes que Corazón congelado.
-Sí, pero ahora que ha resurgido la copla...
-En Andalucía nos hemos criado escuchando copla y hay muchos autores de hoy que escriben letras maravillosas. Pero al público le sigue gustando escuchar las canciones de siempre. En ese aspecto, el público debería abrirse al nuevo mercado coplero porque se están perdiendo grandes canciones.
-Usted misma ha visto lo que dan de sí las nuevas generaciones como presentadora del programa Mi primer olé en Canal Sur Televisión.
-Ha sido una experiencia muy divertida. Y de mucho miedo al principio, porque supuso un gran reto. Iba todos los días al director del programa para saber las pautas porque no tiene nada que ver hacer un programa de televisión que grabar un disco o hacer una entrevista. Pero me lo pusieron muy fácil tanto los niños como los compañeros de programa. Y la verdad que sí que me identifico con ellos. Es un programa en el que los niños han puesto muchísima ilusión y eso al final acaba contagiándose. No me arrepiento de la experiencia.
-Y le habrá deparado recuerdos de cuando usted era aquella joven ilusionada con llegar a ser una artista, lo que hoy es...
-Sin duda. Empecé desde muy pequeñita en el mundo de la música y sé lo que es luchar por intentar abrirme un hueco en el mercado. Por eso admiro a los niños del programa, porque veo mis inicios reflejados en ellos.
-Igual revive la experiencia si es madre y le sale un hijo artista...
-¡Uy! por ahora no creo. ¡Ya ejerzo de tía con mi sobrina! Tengo claro que a un hijo hay que dedicarle mucho tiempo y eso supondría un parón en mi carrera, algo que ahora, con un disco a las puertas, no puedo permitirme. Además, aunque la crisis no la note tanto, hay que seguir trabajando duro, que la cosa está paraílla y hay que cogerlo todo. Mejor dejamos esa asignatura para el curso que viene...
