El puente sobre la Cartuja con el que el Gobierno de Juan Ignacio Zoido aspira a salvar el aumento de tráfico que generará la torre Pelli requerirá, para su construcción, la redacción de un plan de movilidad y garantías de que habrá un blindaje al patrimonio de las zonas afectadas del casco histórico y sus monumentos declarados BIC. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía ha emitido un informe en el que no se opone a la construcción, pero sí eleva una serie de objeciones a la modificación del actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), todas fundamentadas en que la documentación necesaria para la obra es insuficiente.
En primer lugar, echa en falta un plan de movilidad que justifique la motivación del Consistorio a construir el nuevo acceso. La documentación aportada por el Gobierno local señala la falta de capacidad que tiene el Puente del Cristo de la Expiración para absorber el tráfico, con lo que se generaría problemas de congestión en horas punta, más si cabe cuando esta problemática se verá incrementada por los nuevos usos comerciales, terciarios y administrativos en la cabecera sur de la Isla de la Cartuja. Es decir, la inauguración de la Torre Pelli, que prevé contar con un parking con una capacidad de 4.000 plazas. Sin embargo, desde Patrimonio se echa en falta un estudio de movilidad que avale la propuesta. El plan también debería analizar la incidencia que tendría en ambas márgenes, afectadas por la declaración de Conjunto Histórico.
El plan de movilidad no es el único fleco detectado en el nuevo acceso a la Cartuja. La Comisión de Patrimonio también solicita la entrega de documentación que garantice que su construcción no supondrá ninguna afección a monumentos del entorno declarados Bienes de Interés Cultural (BIC). Advertencia similar a la que formuló en septiembre la Asociación Legado Expo, que citó el Monasterio de Santa María de las Cuevas o el Pabellón de la Navegación de Guillermo Vázquez Consuegra. En el informe indica que la obra que se propone afecta a la ordenación de un amplio ámbito del Conjunto Histórico declarado BIC y a la parcela ocupada por el Pabellón de la Navegación, circunstancias que en el documento no se mencionan. Para valorar si existe un grado de incidencia y salvar las deficiencias existentes en la petición del Ayuntamiento, Patrimonio le ha pedido planos específicos, una memoria descriptiva y un estudio de impacto visual sobre los bienes protegidos que puedan resultar afectados por el nuevo puente. Igualmente, se solicita un informe detallado de la incidencia en cuatro sectores del conjunto histórico que cuentan con un planeamiento de protección aprobado (los de Puerto-Torneo, Cartuja, Los Humeros y Plaza de Armas). A diferencia del resto de informes emitidos por organismos de la Junta en relación al nuevo puente que sí se han posicionado en contra, el de Patrimonio es vinculante y, por tanto, de obligado cumplimiento por el Consistorio. Por tanto, el Gobierno local deberá avalar con datos e informes la justificación necesaria para construir este puente.
El proyecto del nuevo acceso a la Cartuja fue tomando forma a finales de mayo, cuando se aprobó en el Pleno la modificación puntual del PGOU, con los votos favorables de los ediles del PP, la abstención del PSOE y el rechazo de IU. En el debate, ya se advirtió por parte del Grupo Socialista de que el proyecto no estaba lo suficientemente justificado y carecía de informes de movilidad. Concretamente, lo que le ha solicitado la Comisión de Patrimonio, que no bloquea pero sí pide información. Y no será el único escollo que tendrá que superar el puente. Después llegará el dictamen del Consejo Consultivo y, lo más importante, un montante se calcula de 12 millones de euros muy elevado en tiempos de crisis.
