Cultura

Paul Le Clerc: "Las bibliotecas no están amenazadas de extinción"

El director de la Biblioteca Pública de Nueva York reflexiona sobre el papel y funcionalidad de estos centros en el siglo XXI.

el 06 abr 2011 / 20:04 h.

-En El Quijote se asegura que no hay libro tan malo que no tenga algo bueno. ¿Está de acuerdo?

-Creo que es un juicio bastante generoso [risas]. Pero puede que fuera más cierto en tiempos del barroco, y no tanto hoy. No digo que se publique mucha basura, sólo que no vivimos en un estado ideal respecto del mundo de la edición. Pero como idea abstracta, me gusta.

-Si no estuviera al frente de la Biblioteca Pública de Nueva York, ¿cuál le gustaría dirigir?

-Bueno, a finales de junio acabará mi tarea, de modo que no seré director de nada, excepto quizá de mi propia vida. Por ello, prefiero no asumir más cargos similares, y sólo espero tener tiempo para escribir un par de libros: uno sobre el siglo XVIII en Francia y otro sobre la revolución digital.

-¿Supondrán internet y el e-book el fin de las bibliotecas tal y como las conocemos?

-Es un tema curioso. Sabemos cómo hacer que dure un papel que fue escrito hace 1.000 años, pero tengo la sensación de que en esto del mundo digital no sabemos guardar nada. De cómo se resuelva esta cuestión van a depender muchas cosas en el futuro, pero de momento no veo que las bibliotecas estén amenazadas de desaparición.

-¿Pero siente que haya una guerra declarada entre el papel y los soportes informáticos?

-No, no, creo que actualmente hay sitio para ambos, y la supervivencia del papel es un hecho. El año pasado se publicaron 450.000 nuevos títulos en el mundo.

-Le hago una confesión: estuve en la Biblioteca Pública de Nueva York, tecleé mi nombre en el fichero electrónico y salieron ¡tres libros míos! Y yo no soy nadie en las letras españolas. Tuve la sensación de que tenían todos los libros del mundo...

-¿De veras? No, no [risas]. Sólo tenemos 14 millones y medio de volúmenes... [risas].

-¿Qué opina de que las bibliotecas españolas se hayan convertido, además, en cineclubs, espacios lúdicos, talleres de lectura...?

-¡Fantástico!, es eso lo que deben ser. Y si además le añaden programaciones especiales para niños, y espacio para computadoras, mejor que mejor. La idea de la biblioteca como depósito o sala de lectura se ha terminado. Cuanto más dinámicas sean, tanto mejor.

-¿Y qué dice de que, ahora que con la crisis son más solicitadas que nunca, las dejen al mínimo de presupuesto?

-Lo mismo nos ha sucedido en la de Nueva York, es algo perverso. La crisis es muy negativa para todo, pero sobre todo para la cultura. Las bibliotecas dan cultura gratis, y por eso la gente las necesita.

-Por curiosidad, ¿qué tiene ahora en su mesita de noche?

-Un libro sobre el Palacio de Versalles, una Historia de Francia y una biografía sobre Alejandro Magno.

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