Cultura

Pedro Cintas fue el ganador del Concurso Antonio Mairena

El extremeño se impone con justicia en un festival salvado con nota

el 05 sep 2010 / 18:55 h.

La Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena celebró la noche del sábado en la Casa Palacio, con una magnífica entrada de público, el XLIX Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena. La crisis económica y el Ayuntamiento, que los dejó solos, estuvieron a punto de dar al traste con la edición de este año. Como los buenos aficionados de Mairena no estaban dispuestos a consentirlo, se pusieron a trabajar en firme y no sólo no han salvado el certamen de este año, sino que lo han bordado.

Sin embargo, lo que no ha podido conseguir es un buen nivel en los participantes de este año, quizás porque no hay más leña que la que arde. Al final resultó ganador el extremeño Pedro Cintas, con toda justicia. La decisión del jurado fue totalmente acertada.

La cordobesa Rocío Luna, de sólo 12 años, acudió al certamen con el premio ya ganado, el de Jóvenes Intérpretes, pero tuvo que hacer dos cantes antes de recoger el merecido galardón. Cantó solares y caracoles, con Fernando Rodríguez a la guitarra, poniendo al público de pie. Esta chiquilla puede ser una gran cantaora, aunque tiene que intentar no abusar tanto del fuelle y templarse un poco.

En lo concerniente a los cinco participantes del concurso, el encargado de abrir fue el alcalareño David Hornillo, que tuvo como guitarrista a Manuel Herrera. Cantó bulerías por soleá, taranto, levantica y seguiriyas, con demasiado esfuerzo para sus escasos años, aunque poniendo una voluntad admirable. Le siguió el sevillano Javier Rivera, de Torreblanca. Fue el mejor cantaor de la noche, pero no es para un concurso, donde hay que ir con la lección aprendida y Javier es un artista anárquico y de inspiración. Derrochó compás en las cantiñas, emocionó en su malagueña de El Melizo y realizó cosas magníficas por seguiriyas.

Podría haber sido también un digno ganador, pero el de Badajoz, que cantó detrás, se preparó para ganar y lo hizo con una entrega total y una seguridad tipo Calixto Sánchez, al que duplica desde hace años. Comenzó haciendo la granaína de Chacón, Engarzá en oro y marfil, pero el premio lo ganó en las seguiriyas, sobre todo en una excelente versión del Reniego, de Tomás Pavón. Cantó con una buena técnica y supo conectar con el público de una manera rotunda. Terminó con unas bulerías un tanto desafortunadas, pero ya había ganado el premio con la seguiriya.

Quedaban dos participantes, El Jaro, de Cañete de las Torres, en Córdoba, y la portuense Aroa Cala. El cordobés sólo brilló en la taranta de linares y en la levantica, y la gaditana, en dos soleares de Cádiz y en los tangos. Desafinó en la salida de la segunda granaína de una manera escandalosa, aunque hay que resaltar su hermosa voz. Como sabíamos de la calidad del jurado, en seguida supimos que el premio se iría para Badajoz en el maletero del coche de Pedro Cintas, que ahora parece estar centrado de nuevo en el cante y con ganas de ser cantaor.

En el transcurso del certamen la organización le rindió un emotivo homenaje al cantaor carmonense José Fernández Parrondo, el único que ha ganado todos los primeros premios de Mairena, de los distintos grupos, contando con la Antorcha del Cante. ¿No les parece una barbaridad que nunca haya cantado en el Festival Antonio Mairena, contratado como cantaor? El cantaor agradeció mucho el homenaje y nos deleitó con dos buenos cantes acompañado por Manuel Herrera.

Este guitarrista y Niño Elías, que fueron los guitarristas oficiales, se llevaron también su medallón del escultor mairenero Jesús Gavira, que este año ha donado todo lo que había que donar. 

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