Así lo explicó el viceministro de Asuntos Exteriores, Wang Guangya: "China suspendió los intercambios bilaterales tanto a nivel provincial o ministerial como a niveles superiores, y también interrumpió sus contactos con Japón sobre el aumento de los vuelos comerciales y la ampliación de los derechos de aviación entre los dos países". Asimismo, según informó ayer el periódico Nuevo Pekín, Wang señaló que "se ha pospuesto un encuentro bilateral sobre recursos hulleros" y "el número de ciudadanos chinos que llevan a cabo visitas turísticas a Japón ya se ha reducido", añadió.
Además, Wang presentó anoche una nueva protesta solemne ante el embajador japonés en el gigante asiático, Uichiro Niwa, al que comunicó la gran indignación de China ante la decisión de Tokio de extender hasta el 29 de septiembre la detención del capitán chino, Zhang Qixiong, acusado de colisionar con dos patrulleras niponas en aguas disputadas por ambos países. "El incidente creado por la parte japonesa ha dañado severamente las relaciones entre China y Japón", dijo el viceministro, quien agregó que "el desarrollo de la situación dependerá completamente de las decisiones que tome la parte japonesa".
Por su parte, el embajador japonés en China instó a Pekín a evitar acciones "unilaterales". Además, transmitió el malestar de Japón por el hecho de que el gigante asiático haya comenzado a transportar equipamiento a un yacimiento de gas en el Mar de China Oriental, en una zona reclamada por ambos países, sin consultarlo con Tokio.
El suceso que ha abierto la polémica entre los dos países se produjo el pasado 7 de septiembre. Ese día un pesquero chino colisionó contra dos patrulleras japonesas. La Guardia Costera nipona sospecha que el capitán provocó el choque de forma deliberada, ya que las naves japonesas perseguían al pesquero para abordarlo e interrogar a la tripulación, compuesta por 15 personas. Aunque Tokio liberó a los 14 tripulantes y al pesquero, mantiene detenido a su capitán, Zhang Qixiong, de 41 años, quien puede ser condenado a una pena de cárcel. No obstante, el próximo día 29 se cumple el periodo máximo en que un sospechoso puede estar detenido sin cargos en Japón.
