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Perú intercambia por error los cadáveres de dos cooperantes

Exteriores asegura que el fallo ocurrió en la morgue de Cuzco.

el 11 jul 2010 / 18:19 h.

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El novio y hermanos de la cooperante Lorena Guerrero.
La familia de la cooperante valenciana fallecida el pasado martes en un accidente de tráfico en Perú, junto a otras tres mujeres españolas, denunció ayer ante el juzgado de Guardia de Xàtiva (Valencia) que el féretro con los restos mortales que ayer llegaron desde Madrid a Xàtiva no correspondían a los de María José Such y solicitó una investigación para poder reconocer de forma efectiva e inequívoca y con la mayor celeridad los restos de la valenciana, que finalmente habían sido intercambiados por los de la madrileña Lidia Monjas.

El Ministerio de Exteriores consideró tras conocer la noticia del error que éste ocurrió en la identificación de dos de las cuatro cooperantes fallecidas en Perú se dio en la "primera fase de manipulación en la morgue de Cuzco", error que luego originó que el féretro con el cuerpo de la valenciana llegara a Alcorcón (Madrid) y viceversa. Así lo confirmaron a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, que calificaron de "lamentable" esta equivocación en la identificación de dos de las cooperantes.

Tras verificar las familias de Lorena Guerrero, cuyo cuerpo fue trasladado a Granada; y Soraya Macías, a Gomecello (Salamanca), que la identificación era correcta, la Policía científica inició una investigación a través de las huellas dactilares y el ADN que corroboraron que el cuerpo que estaba en el tanatorio de Alcorcón no era el de la madrileña Lidia Monjas sino el de la valenciana María José Such.
Según explicaron a Efe las fuentes del Ministerio de Exteriores, tras el accidente de tráfico, la presidenta de la Asociación Señor de Huanca y un italiano que compartía casa con las cooperantes identificaron "exhaustivamente" los cuatro cadáveres.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Cuzco donde se procedió a embalsamar los cadáveres y donde, según Exteriores, se produjo el error "en la manipulación e identificación".

Supuestamente, los féretros, ya con dos identidades cambiadas, viajaron a Lima y posteriormente al aeropuerto de Barajas, donde dos de los ataúdes desembarcaron, el que contenía supuestamente los restos de la madrileña Monjas y el de la salmantina Soraya Macías, que continuó su traslado por carretera hasta Gomecello (Salamanca), donde fue enterrada ayer. Por el contrario siguió vuelo hacia Valencia el supuesto féretro de María José Such, que en realidad contenía los restos de la cooperante madrileña y hacia Málaga, el de Lorena Guerrero que recibió sepultura ayer por la tarde en Peligros (Granada). Una vez subsanado el error, el féretro con el cuerpo de Such fue trasladado ayer a Valencia mientras que el de la joven Monjas viajó hacia Alcorcón para ser enterrada.

iberia no intervino. En el mismo sentido que el Ministerio de Asuntos Exteriores, es decir, que el fallo tuvo su origen en Perú, se pronunciaron ayer por la mañana fuentes de Iberia, compañía aérea que realizó el traslado Lima-Madrid de las cuatro cooperantes fallecidas. Según las fuentes oficiales de la empresa aérea, los féretros de las cuatro españolas se recibieron en el aeródromo de la capital peruana "identificados y etiquetados en el origen" por lo que no habría responsabilidad alguna de la compañía española.
Las mismas fuentes quisieron dejar también claro que la compañía aérea, en ningún momento, manipuló la información con la que le fueron entregados los cuatro féretros, por lo que el error en la identificación se produjo en el origen.

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