I.C.
La Fiscalía de Sevilla pedirá un año y medio de cárcel para el padre cuyo bebé de 23 meses murió de un golpe de calor en Camas después de que lo olvidara en su coche y se fuera al trabajo. J.M.A.B., de 48 años, salió de su casa a las 9.00 horas del 18 de julio de 2008 con el niño sentado en la sillita reglamentaria, en el asiento de atrás del vehículo.
Pero en vez de dejarlo en la guardería en Tomares, el hombre condujo hasta el instituto de Camas en el que da clases, olvidando al bebé, y "omitiendo las más elementales normas de cuidado y diligencia exigibles a un buen padre de familia", según el fiscal del caso.
El niño, al que el padre no solía llevar a la guardería pero sí en el mes de julio, se quedó dormido en el coche, aparcado al aire libre.
El padre lo dejó "abandonado a su suerte" hasta "las 12.00 o 12.30 horas", cuando ya había sufrido un golpe de calor que le causó quemaduras de segundo grado en la pierna derecha, fallo hepático agudo y un edema cerebral con fallo multiorgánico. El padre lo llevó a un centro de salud que lo trasladó al hospital Virgen del Rocío, donde falleció cuatro días después.
El fiscal lo acusa de un delito de homicidio por imprudencia grave y pide un año y seis meses de cárcel, pero no reclama indemnizaciones porque la mujer y madre del bebé, al igual que las dos hermanas de la víctima, renunciaron a cualquier reparación.
