El inicio de las obras de la biblioteca universitaria en los jardines del Prado ha pillado "por sorpresa" a los vecinos de este céntrico entorno que se oponen al proyecto porque lo consideran "una amenaza" para el arbolado. "Es una imprudencia. Se ha actuado con alevosía en una fecha, agosto, de difícil reacción para la ciudadadanía", se lamentaba ayer el presidente de la asociación vecinal Huerta de la Salud, José Miguel González, que pide el cese de los trabajos hasta que se pronuncien los tribunales.
El jueves fue vallada la zona del parque en la que la Universidad de Sevilla, promotora del proyecto, levantará el edificio diseñado por la arquitecta iraquí Zaha Hadid. Lo primero que se hará será replantar los árboles afectados, sólo un 8% de la superficie verde, concretamente 3.915 metros cuadrados que están calificados en el Plan General de Ordenación Urbana como Suelo de Interés Público y Social (SIPS).
Pese a que el proyecto explica que los 150 ejemplares afectados por las obras serán trasplantados en otros campus universitarios, los vecinos desconfían de ello y apelan a "la prudencia" de la Universidad y del Ayuntamiento, a los que piden que paren las obras hasta que haya resolución judicial, pues recuerdan que aún no se ha fallado el contencioso-administrativo que mantienen contra el proyecto ni la suspensión cautelar de las obras que han solicitado hace unos días. "Se está corriendo un riesgo de daño medioambiental grande", señala el representante vecinal quien confía en el fallo judicial.
Las obras de la biblioteca arrancarán oficialmente hoy con la firma del acta de replanteo. Tendrán una duración de 20 meses. La Unión Temporal de Empresas formada por Ferrovial y Urazca realizarán los trabajos con un coste de 16,4 millones.
