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«Pienso convocar consultas populares sobre temas importantes de Sevilla»

Tres años después de que los socialistas fuesen barridos por Zoido, el portavoz del PSOE se dispone a presentar de nuevo batalla. Aún no es oficialmente el candidato, pero a falta de ocho meses para las elecciones, Juan Espadas lanza el guante.

el 24 sep 2014 / 12:00 h.

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Sevilla 17/09/2014 Entrevista a Juan EspadasFOTO: Pepo Herrera Juan Espadas. /FOTO: Pepo Herrera El huracán Zoido arrasó hace tres años con todas las expectativas –las que tuviera– de un PSOE que estrenaba un candidato curtido en otras lides políticas pero sin mucho nombre entre la ciudadanía. Hoy, a ocho meses de las próximas elecciones locales, el alcalde habría pasado a tormenta tropical por el lógico desgaste y Juan Espadas está lejos de ser un desconocido para la afición. ¿Hay pelea por el Ayuntamiento de Sevilla? Él dice que sí. Lo nuevo es que se presenta a las primarias de Sevilla, pero usted ya se había postulado públicamente y, en mayo, hasta la propia Susana Díaz poco menos que lo proclamaba en Torreblanca como candidato a alcalde. Yo lo manifesté porque tengo una responsabilidad: soy la cara que los sevillanos y las sevillanas vienen viendo en estos tres años. Y era lo correcto que conocieran de mí, de primera mano, mi disponibilidad. Obtuve el respaldo y el apoyo de las personas que tienen la responsabilidad del partido, que no se ocultan y que manifestaron que respaldaban esa disponibilidad porque entendían que era el mejor candidato para poder ser alcalde de la ciudad. No nos hemos ocultado: ni la dirección del partido ni Susana Díaz, ni yo mismo cuando lo manifesté, pero esto es sin perjuicio de que respetemos que cualquier otro compañero que crea que tiene condiciones para poder obtener la confianza de los militantes, y luego de los ciudadanos, se presente. El candidato se sabrá a mediados de octubre. Dicen las malas lenguas que el PSOE lo tiene complicado... No lo tiene complicado. Es un proyecto solvente y me voy a encargar de demostrarlo. No es una cuestión de siglas, sino de creer en el proyecto. No tenemos miedo a pedir la confianza de los ciudadanos. ¿Qué tal le cae el alcalde? A nivel personal, tengo muy buena relación con él y yo creo que él conmigo. Yo percibía, como ciudadano de a pie cuando llegué a la política local hace cuatro años, que había habido un deterioro de la relación de respeto que debía haber entre los responsables políticos en el Ayuntamiento en los últimos tiempos del anterior alcalde, tanto por un desgaste fruto de muchos años de gobierno como por un ejercicio de la oposición política del PP representada en Zoido muy especial, una especie de tarea de acoso y derribo que él entendía como inherente al puesto. Yo no lo comparto. Mi forma de ser y de entender la política es de respeto al adversario y de dureza en la función: escudriñar y analizar críticamente cualquier acción, pero respetar que el que gobierna tiene capacidad para tomar decisiones y no tiene por qué hacerlo como tú piensas que habría que hacerlo, y en segundo lugar ha sido elegido por un volumen de ciudadanos tremendamente importante que yo respeto en primer lugar. Solo sobre los errores e incumplimientos que comete el que gestiona, la insatisfacción que voy viendo en la ciudadanía, voy elevando el tono de mi discurso o endureciendo el tono de mis críticas. Yo he seguido en mi línea. No soy ni voy a ser un producto de marketing: no actúo en función de lo que leo en el periódico por la mañana ni en función de lo que quiere oír un ciudadano en un momento determinado. juan-espadas¿Y de su gestión? ¿Qué opina? Creo que nos ha fallado a todos los sevillanos porque generó una apariencia y luego se ha dado de bruces con la realidad. Trasladó al ciudadano que todo era posible y él lo iba a conseguir; que todo lo que hacían los demás era malo y sucio, ineficaz, y que él tenía poderes para conseguir que todo lo que se hacía en un plazo se hiciera en la mitad, que todo lo que se hacía mal se hiciera bien, y además que todo lo que se hacía de manera deshonesta lo iba a hacer honestamente. Tras la crisis de las talas, ¿no le parece que es hora de pensar en serio qué arbolado requiere Sevilla? Sevilla necesita sombra, confort urbano. Yo soy enemigo acérrimo del alicatado urbano; de esas plazas tipo Plaza de Armas, esos solares de cemento, para mí son la antítesis de lo que me gustaría. Cambiaría eso. Es imprescindible que zonas como Santa Justa… Santa Justa tiene que dar una imagen de confort y calidez al visitante que no da. La tiene de aridez, de desastre de ordenación, de aparcamientos, de suciedad. Sevilla tiene lugares que, con una buena apuesta por el arbolado selectivo, una buena elección de especies y sobre todo con una combinación con fuentes y agua, harían una ciudad mucho más agradable. Para mí, Virgen de Luján no es mi ideal de avenida. Haber perdido ahí verde… Incluso la Avenida de la Constitución: tener que renunciar ahí a los árboles para disponer de más solar no es mi ideal. Sevilla tiene que tener mucha más agua en sus parques, mucha mejor conservación y mantenimiento de esos parques; lo debe de hacer la gente que tiene al lado: deben fomentarse la implicación del ciudadano y de los barrios en sus parques. Este año se ha cumplido el centenario del Parque de María Luisa. ¿Lo ha encontrado viejo? El Parque de María Luisa es la joya de la corona de la ciudad de Sevilla, el alcázar verde. No se puede tratar como un parque sin más. No es por tanto una cuestión, simplemente, de cuántos operarios municipales tiene o no (que son muchos menos de los que debería si tuviéramos las plazas cubiertas). En el mandato próximo pretendo convertirlo en un organismo vivo. Primero, que tenga un órgano de gestión, que no lo tiene. Un órgano participativo, donde por ejemplo la Escuela de Jardinería, que yo apuesto porque sea municipal, tenga claramente un papel básico. Con la Escuela Taller y con chavales que sean el alma máter de la conservación del parque, por ejemplo. Incluso promover un patronato de gestión. Necesita un director con un órgano de gestión participado por asociaciones que quieran hacer del parque su taller de trabajo permanente para todo lo que has dicho: cultural, ecologista…, de todo tipo. El otro día nos contaba usted que le gustaría ver la antigua Fábrica de Tabacos convertida en una especie de Louvre sevillano, el museo de la ciudad, pero la Universidad no termina de ver con buenos ojos que otros digan qué hay que hacer con sus sedes. Evidentemente, estamos hablando de su casa, y hay que plantear estas cosas con humildad y prudencia. Mi planteamiento es este: ¿Hace falta un plus de oferta cultural en Sevilla? Sí. ¿Hay un contenedor infrautilizado? Sí. ¿No podemos hablar sobre esto? No tiene por qué ser la totalidad del edificio, pero, ¿acaso no puede ser que una parte de ese espacio sea el nuevo museo de la ciudad?Me gustaría hacerle una propuesta a la Universidad y hablarlo tranquilamente con ellos. ¿Qué le pasa al río, que todo el que llega dice que va a hacer esto y lo otro, y luego...? Yo presenté una propuesta concreta por tramos desde el Puerto hasta San Jerónimo, en función del análisis de rentabilidad. Primer tramo, hasta Altadis, Muelle de NuevaYork: Eso pertenece a la vocación portuaria, al debate sobre los cruceros, a la realidad de Los Remedios que da la espalda al río porque no tiene acceso al mismo, a la decisión sobre Altadis que es un elemento emblemático del barrio… Altadis: hay que elegir bien y elegir algo distinto, diferente, que la gente, cuando llegue a Sevilla, igual que dice voy a ver las Setas diga voy a ver… lo que acabe llamándose aquello. Nadie va a decir eso si se hace un Mercadona, ¿no? Terminal de cruceros: no tenemos, es una ficción. Para el barco allí y se baja la gente, pero aquello no está preparado. Aquello tiene un adoquinado imposible donde los abuelos de ochenta años se medio caían todos para subirse al autobús turístico. Criminal. Luego, el tema de los clubes. Después el turístico: lo de Marqués de Contadero tendría que estar ya hecho. Alguna conexión falta también entre una orilla y la otra que está pintada en el PGOU: pasarela, conexión a la altura de Altadis más o menos. Esa es la opción más turística. Y ahora viene la opción donde habría más posibilidades, que es del Puente de Triana, Plaza de Armas… hay que aprovechar la Torre Pelli y toda la reordenación que se haga ahí, mover la estación, sacarla fuera, ponerla en línea con Torre Triana, recuperar ese espacio de la plaza, que es duro, árido. No hay cosa más árida. Hablando de cosas áridas, ¿le gusta la zona azul? Yo cuando hablo de la zona azul hablo de la zona azul de Zoido. Por ejemplo, la de Los Remedios. ¿Por qué hay zona azul en Los Remedios y no la hay en Triana? La zona azul es un instrumento de política de movilidad. Sirve para generar espacios de estacionamiento en lugares donde tiene que haber niveles de rotación altos, y te genera además una recaudación adicional. Pero volvemos a lo mismo: en ese orden, no al revés. Que es como está planteado: cuantas más plazas de aparcamiento que me generen recaudación, mejor. Entonces, la herramienta usada como fin se convierte en una herramienta útil, con carácter general, para otro fin, que es el de la recaudación. Yo no estoy en contra absolutamente de la zona azul. Pero voy a evaluar una a una, incluidas las del gobierno anterior, cómo están funcionando, si resuelven o no el problema para el que se diseñó, y luego el precio. Que en algunos sitios están pegando una rascada a los vecinos del centro… ¿Le han comentado los comerciantes lo contentos que están con el apoyo del Ayuntamiento? El único apoyo al comercio que Zoido ha dado ha sido el apoyo al comercio del centro. Punto. Ni siquiera la asociación de comerciantes de Los Remedios está satisfecha con Zoido. Yo comprendo que han ido a lo fácil: mi interlocutor, Aprocom. Y lo que me diga Aprocom, pues es lo que yo hago. Mire usted: usted es el alcalde. Y Aprocom es un interlocutor. ¿La asociación más importante? Sí. ¿La única? No. ¿Hay más comercio fuera de Aprocom? Claro, mucho más. ¿Que ve usted cuando se asoma a los ocho meses que quedan de legislatura? ¿Qué hay que hacer? Priorizar las necesidades y entrar a fondo en los problemas de verdad de los barrios. La aspiración de cambiar una realidad que no te gusta, no solo maquillarla. En Los Pajaritos no hemos cumplido porque hayamos tirado dos bloques, no. En Su Eminencia, de verdad, un proyecto que tú digas: en los cuatro años de un mandato puedo intentar cambiar algo la realidad de ese barrio. Porque muevo los centros educativos, porque muevo las asociaciones, porque hago temas culturales en el barrio…, entrar en el fondo. Y no tanto gestionar el bordillo, la papelera o el parquecito. De verdad, meterte hasta las trancas. Y para eso tienes que priorizar. Pues comienza por donde es más emergente entrar, que hay situaciones que con este drama social generan problemas de desestructuración y bolsas que se ha quedado ya fuera de todo. Necesitamos un gobierno municipal que haga un plan de emergencia. Que no quiera solo quedar bien y que la ciudad siga funcionando con sus fiestas mayores, que eso va saliendo bien, pero esa no es tu prioridad ahora. Eso sale bien con o sin alcalde. El alcalde se tiene que meter en lo que no se va a meter nadie. Y luego hacer algunos cambios de gestión, de organización, profundos. Ha mencionado las fiestas. ¿Le gustaría ver la Feria en otro lugar o está bien donde está? Esa es una de las decisiones en las que todos los ciudadanos querrían participar. Y por lo tanto, que debería tener un nivel de respaldo enormemente amplio. Cualquier decsión sobre eso, o incluso la elección de un día de fiesta, tendría que hacerse de ese modo. Yo me comprometo a convocar una consulta pública, que está contemplada en una ordenanza municipal y nunca se ha usado. Me comprometí a que en el año en que cayera bien se pondría la del día de San Fernando...Y tenía en mente que eso se planteara como una consulta popular. Hay muchos mecanismos para que esto no sea caro: abrir plazos de votación en los centros cívicos... Hay maneras. Pienso aplicar las consultas populares a otros temas, a decisiones importantes, como lo que queremos hacer con el río. En cuanto al traslado de la Feria, no veo que sea un problema a corto plazo. Lo que sí habría que hacer es dar uso a esos terrenos todo el tiempo del año en que no hay fiesta;algo que se pudiera quitar y poner. Imaginemos, por ejemplo, pistas de voley playa, que es una de las demandas deportivas de la ciudad. ¿Y por qué no? ¿Qué nos lo impide? Las ciudades son organismos vivos, y Sevilla es un asunto no cerrado.

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