Pintando árboles en el patio

Las madres del colegio Rodrigo Caro dibujan espacios verdes en el recreo del centro.

el 02 ene 2012 / 20:41 h.

Madres del colegio Rodrigo Caro han pintado árboles en las paredes del recreo del centro escolar.

Si los árboles no existen, se pintan. Eso debieron pensar, literalmente, en el colegio Rodrigo Caro antes de plantear una actividad que ha transformado por completo el patio de este centro educativo utrerano.

Un grupo de madres ha sido el protagonista de un proyecto que ha llenado de color las blancas paredes del lugar de recreo de sus hijos. Ha sido posible gracias a un mural de grandes dimensiones que, desde hace unas fechas, han venido pintando de manera desinteresada.

Este colegio, al ubicarse en pleno corazón histórico de Utrera, está muy cercano a las edificaciones colindantes, por lo que el espacio reservado para el patio no es muy amplio, estando rodeado además de altas paredes blancas. Pero todo ha cambiado gracias al trabajo que, bajo la dirección de Consolación Martínez, han llevado a cabo Mari Paz, Ana, Encarni, Manoli, Rosi, Isa y Conso.

Una de las paredes del patio, concretamente la que colinda con la iglesia de San Francisco, se ha convertido en un gran mural lleno de colorido, que le brinda un aspecto completamente distinto al recinto. En concreto, el trabajo artístico se ha plasmado sobre una superficie de 35 metros de largo y cuatro de alto. "Es un proyecto que ha quedado fabuloso. Era un patio un poco triste y pequeño, sobre todo al no tener árboles de ningún tipo y una pared muy alta. A los niños les encanta y ahora el patio porque es mucho más agradable", comenta Antonio Soto, jefe de estudios.

Profesora de Artes Plásticas en la utrerana Casa de la Cultura, Consolación Martínez ha sido la autora del diseño que después han venido coloreando el resto de las madres. "La mayoría de nosotras tenemos nuestros trabajos, por lo que podemos decir que nuestras casas han estado un poco desatendidas para terminar este mural, pero lo hemos hecho con mucha ilusión ya que es para los niños", explica.

Una vez que se presentó la idea al claustro del Rodrigo Caro, fue muy bien recibida por la comunidad educativa, convirtiéndose Manuel Revuelta, director del centro, en uno de los impulsores del proyecto. También la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Utrera ha colaborado con la iniciativa, aportando los materiales precisos, como la propia pintura, pinceles o andamios.

"Hay que agradecer el interés que han puesto estas madres en la pintura ya que, para llevar a cabo el proyecto, le han venido quitando horas a su tiempo libre", indica Soto. El mural destaca por sus vivos colores, que contrastan con el blanco de las diferentes paredes. Se han representado unas plantas muy particulares ya que, en lugar de frutos, dan libros. Incluso en algunas zonas, el mural ofrece efectos de perspectiva, donde los más pequeños se adentrarán en un mundo singular con setas, toboganes y estanques. Una vez terminado el dibujo, el remate ha llegado con el escudo del colegio, además de aplicársele un barniz especial para evitar el deterioro del trabajo artístico.

Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo el de humanizar un espacio en el que los niños pasan muchas horas, y que sirve también en cierta manera como nexo de unión entre las madres, la comunidad educativa y los profesores. "Los niños están muy orgullosos de que sean sus madres las que lo han estado llevando a cabo", dice Consolación.

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