Pisada de la uva, un reclamo turístico y tradicional de Villanueva del Ariscal

Cientos de viñedos han sido sustituidos por el ladrillo pero quedan rincones donde se recupera esta costumbre, como en la taberna ‘El Mellizo’.

el 14 sep 2013 / 19:38 h.

pisada-uva-ariscal-01 Al llegar el mes de septiembre, la localidad aljarafeña de Villanueva del Ariscal se remanga sus antiguos calzones de patén para pisar la uva que, aunque sea poca, se sigue recolectando en este municipio blanco, donde en épocas anteriores el vino fue su mayor actividad comercial y donde hoy día se prensa, en el caso de la producción del mosto, como un reclamo turístico y tradicional de Villanueva. pisada-uva-ariscal-02Cientos de viñedos ya han sido sustituidos por el ladrillo pero en algunos rincones ariscaleños aún quedan ciertas costumbres que se recuperan en estas fechas. Entre éstos se encuentra la taberna ‘El Mellizo’, fundada en 1954, que con su suelo de albero es un negocio familiar que comenzó con una garrafa y varios vasos de cristal en una época en la que se bebía mosto, vino blanco y poco más. No obstante, hoy día se ha convertido en un local con solera, con una decoración peculiar, que ofrece también tapas tradicionales y a la que acude gente de todas las edades. Pues bien, esta taberna y en especial su dueño, más conocido como Manolito ‘El Mellizo’, el hombre de la sonrisa eterna, ha recuperado esta vieja usanza de desempolvar la prensa de su local, acarrear unos 5.000 kilos desde el viñedo municipal e invitar a expertos lagareros e hijos de este pueblo, cuyos antepasados ejercieron esta profesión décadas atrás como medio de vida, así como a un buen número de curiosos que se acercan este fin de semana para ver de dónde sale ese líquido amarillento y con sabor que entra en el cuerpo “como él solo”, el mismo que vende en su establecimiento durante la temporada del mosto, concretamente desde el mes de noviembre hasta febrero. pisada-uva-ariscal-03De hecho, así lo define el propio Manolo: es “un vino natural, que gusta mucho porque es dulzón, no tiene muchos grados y sirve para acompañar a todo tipo de comidas”. Pero claro, antes de poder ingerirlo, este líquido tiene su proceso de fermentación para que los doce grados de azúcar alcanzados hoy se conviertan en alcohol, una fermentación que culmina en el mes de noviembre cuando este local invita a sus clientes a un buen potaje de garbanzos y da a probar este vino joven y gaseoso. Hoy ha comenzado el proceso pasando el zumo de la uva de la prensa, donde es pisada, a un pilón desde donde se trasiega hacia los bocoyes, que están expuestos en la misma taberna. Lamentablemente, en la época de su padre y hasta los años 80, según cuenta Manolo ‘El Mellizo’, llenaban “entre 80 y 90 bocoyes de mosto porque era lo que se bebía, pero hoy día cinco o seis, que guardan alrededor de 3.600 litros”, una cantidad suficiente para la temporada y que, insiste, “sirve de reclamo turístico para vecinos de la capital y alrededores” y para mantener a Villanueva dentro de la conocida Ruta del Mosto, como máximo puntal. De hecho, Manuel insiste en que “Villanueva siempre ha sido el número uno en lo que respecta al mosto, pero Umbrete lo supo vender mejor que nosotros. Allí se organizan diversos actos cada año y aquí no se le da la salida que merece”, por lo que ha apostado por “la necesidad de preparar más eventos conmemorativos". Además de esta taberna, otras como ‘El Coco’, ‘La Perdiz’ o ‘El niño de la Casera’, que realiza la pisada en Bodegas Góngora, también utilizan esta vieja usanza con el fin de ofrecer su propio mosto con uvas de Villanueva a vecinos y visitantes, una tradición que antiguamente se hacía en una veintena de establecimientos y bodegas, y que hoy día se ha visto reducida, una circunstancia, sin embargo que, según sus criadores, “no influye ni en el sabor, ni en la calidad ni tampoco en su capacidad de quitar las penas a más de uno que lo necesite”. pisada-uva-ariscal-04

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