El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, afirmó ayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "ha sido consecuente" con su cargo al denegar una reunión para discutir el pago de la deuda histórica a Javier Arenas, líder del Partido Popular andaluz, que solicitó un encuentro personal por carta con el jefe del Ejecutivo.
"La interlocución que debe tener es con el responsable del PP a nivel nacional, que es Mariano Rajoy, salvo que Arenas haya querido desplazarlo", apuntó el consejero. En declaraciones a los periodistas en Cádiz, Pizarro puso mucho énfasis en subrayar que "a quien le hubiera correspondido" la iniciativa de pedirle al presidente del Gobierno una reunión para hablar de la deuda histórica "es precisamente a Rajoy, que es el interlocutor con el Gobierno de España". Según Pizarro, a la sazón vicesecretario general del PSOE andaluz, "lo que hay detrás es un montaje más de Arenas porque si hubiera interés en que el PP le trasladara a Zapatero la situación de la deuda histórica lo hubiera hecho Mariano Rajoy". Si éste no lo ha hecho es, según el consejero, "porque ya en su día siendo vicepresidente del Gobierno negó que el Estado tuviera una deuda con Andalucía", refiriéndose a la respuesta que Rajoy dio a Manuel Chaves hace siete años, cuando rechazó que "el Estado pueda estar en deuda consigo mismo".
La deuda histórica se ha convertido en la principal línea del frente bélico abierto entre la Junta y la oposición. El Gobierno central liquidó los 784 millones de euros que adeudaba a Andalucía por los déficit con los que transfirió las competencias en educación, sanidad y vivienda con el traspaso de 18 solares y los activos de Agesa en la Expo'92. El PP entendió que pagar en bienes y no en dinero líquido suponía vulnerar el Estatuto y denunció el acuerdo en el Tribunal Supremo. También la Junta ha amagado con llevar el acuerdo ante el juez, porque discrepa del valor que el Estado le ha puesto a los solares.
