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«Plantearse cambiar la Constitución es propio de una sociedad madura»

La presidenta del Tribunal Constitucional considera que la Constitución de 1978 «ha permitido un desarrollo de nuestro país desconocido», pero que plantearse su reforma «es un debate propio de una sociedad madura». Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 19:31 h.

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José Asenjo (EFE)

En la entrevista concedida a Efe, con motivo del 30 aniversario del texto constitucional, Casas reclama "lealtad y respeto" para el tribunal que preside, cuya renovación está pendiente desde hace un año por la falta de acuerdo entre el PSOE y el PP, y asegura que la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña será "muy importante" y tendrá una trascendencia similar a la de la LOAPA en 1983.

-Acaba de cumplirse el trigésimo aniversario de la Constitución, ¿hay motivos para la celebración?

-Sin duda alguna. Creo que es la Constitución más sabia que nos hemos dado los españoles y que a lo largo de estos 30 años ha regido nuestra convivencia en paz, en libertad y en democracia y ha permitido un desarrollo de nuestro país y un bienestar de nuestra sociedad desconocidos.

-Tres décadas después, ¿la Constitución necesita retoques o ha envejecido bien?

-Yo creo que ha envejecido bien, muy correctamente. Gracias a la tarea de todos, pero muy señaladamente de este tribunal, que con la interpretación que ha venido haciendo de los preceptos constitucionales ha permitido también el entendimiento de esos preceptos para satisfacer las necesidades de cada momento. Pero la interpretación evolutiva del Constitucional tiene un límite. El TC interpreta la Constitución, pero no puede reformarla. Creo que 30 años después es un debate también propio de una sociedad madura plantearse la reforma de la Constitución.

-Para llevar a cabo esa reforma, ¿sería deseable recuperar el clima de consenso en el que nació la Constitución?

-El consenso que alumbró la Constitución debe estar en su reforma. Lo exige la propia Constitución y lo exige la sociedad.

-Otro cambio respecto a hace 30 años es que ahora el TC es cuestionado por la clase política, ¿confía en que esa situación sea pasajera?

-No sólo confío, sino que como presidenta del TC lo reclamo. Hay algo muy importante que todos tenemos que observar, que es la lealtad a la Constitución. Pero lealtad a la Constitución es lealtad al TC. Es el único órgano que puede determinar la constitucionalidad de la ley en nuestro sistema democrático, por tanto la lealtad y el respeto a la Constitución es lealtad y respeto al TC.

-¿Ha afectado al tribunal esa situación, a la que usted se refirió como "turbulencias"?

-Esas turbulencias, que han existido, nunca han afectado al TC y al propio tiempo que las denuncié también señalé que el tribunal saldría fortalecido por el cumplimiento de la función que la Constitución le encomienda.

-¿La falta de acuerdo para la renovación del tribunal es señal de falta de lealtad?

-Yo siempre he señalado que cumplir la Constitución es cumplirla en todos sus términos. La Constitución ordena la renovación de los órganos constitucionales y ordena y regula la renovación de este TC. Yo no puedo más que lamentar que no se produzca.

-Una sentencia dictada por el TC en 1983, la de la LOAPA, marcó el desarrollo del Estado autonómico. ¿La del Estatuto de Cataluña tendrá la misma trascendencia?

-Sin duda, porque el objeto de esa sentencia es una norma muy importante. Los Estatutos de autonomía en nuestro sistema constitucional son normas subordinadas a la Constitución que se aprueban como leyes orgánicas en el Parlamento de la Nación y son la norma de cabecera del ordenamiento de la comunidad autónoma. En consecuencia, una sentencia que se pronuncia sobre una de esas normas sin duda ha de ser una sentencia muy importante.

-¿Y se puede dar un plazo para que esté esa sentencia?

-No puedo comprometer un plazo. El tribunal está trabajando muchísimo, deliberando de una manera continuada, seria y rigurosa. La impugnación es muy amplia y el tribunal resolverá lo antes posible.

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