Da la impresión de que se ha abierto la veda. Se está poniendo en tela de juicio la labor de investigación de la Policía Nacional con respecto al asesinato de Marta del Castillo. Y no seré yo quien tire por tierra todo un trabajo que ha logrado, entre otras cosas, que en 20 días se haya detenido al autor confeso, y a algún que otro cómplice, porque mediante pruebas científicas, su presencia en el lugar de los hechos está más que demostrada. Lo que no se valora es que, continúen las pesquisas policiales, incluso soportando que se esté prácticamente retransmitiendo la instrucción de un sumario. Era impensable, cuando comenzó todo esto, que hubiera que luchar contra los elementos. Pero lo que si era previsible es que, a diferencia del modelo anglosajón, en el que si mientes bajo juramento se te acusa directamente de perjurio, los imputados cambiaran de estrategia buscando su propio beneficio, algo que nuestras leyes consienten. O sea, que si dicen en el río, al Guadalquivir, y si declaran que en un contenedor, al vertedero. La policía no se puede parar, porque es la primera interesada en que todo se resuelva lo antes posible. Sólo hay que dejarla trabajar.
Periodista. opinion@correoandalucia.es
