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Polos opuestos

El Betis puso fin a semanas de zozobra con victorias ante dos grandes.

el 19 dic 2011 / 07:53 h.

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Otra vez, el fútbol ha demostrado que no hay nada previsible. Nadie puede aventurar un resultado o una clasificación por mucha planificación que se haya hecho, aunque siempre se acertará más que se fallará si sus parámetros están dentro de la lógica y la razón. Este fin de semana, el Real Madrid pasó como un huracán ante el Sevilla simplemente por la pegada de sus figuras, pagadas a golpe de talonario. Mientras que el Betis logró la tranquilidad después de estar en la zozobra gracias a 6 puntos logrados frente a dos de los llamados grandes: Valencia y Atlético de Madrid. En fútbol, las crisis no duran muchas veces más de una semana.

Lo del sábado en el Sánchez Pizjuán es una historia muchas veces repetida. El poderoso saca sus armas en los momentos clave y te clava sus puñales mientras que tu fútbol sólo alcanza la categoría de rasguño en sus vestiduras. Marcelino, al menos, ha sido sincero: "Hasta Navidad estuvimos por debajo de lo esperado". El técnico y los futbolistas deben saber, porque el club lo ha proclamado así, que su único objetivo es Europa. Todo lo demás no sirve. Así que Marcelino saque lo mejor de su sabiduría y los jugadores pongan todo de su parte porque hay partidos y puntos para cumplir con el destino.

Cuando se jugaban los minutos de tiempo añadido hace una semana ante el Valencia en el Betis parecía que ardería Troya. Nombres de técnicos para sustituir a Mel. Stosic a los pies de los caballos y a parir de un burro los dirigentes. En ese descuento los goles de Rubén Castro obran el milagro.

La victoria ante el Valencia da una tregua. El 0-2 ante el Atlético de Madrid da lugar a que otro Betis, el del principio de Liga, es posible. Simplemente esto es fútbol. No se ha obrado el milagro de los panes y los peces. Los 6 puntos dan una visión tan diferente que aquello que era necesario cambiar ahora es un "que nadie me lo toque". Fútbol es fútbol. Perdonen mi reiteración.

He dejado unas líneas para defender a la cantera. Tengo debilidad por ella, lo reconozco. Cuando no hay dinero se tira de ella, por obligación más que por convencimiento. Pero cuando hay dinero, ahí están los traspasos. La necesidad en el Betis hizo tirar de ella. Pozuelo marcó el gol que abrió el camino de la victoria y el tantas veces denostado Casto estuvo sensacional.

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