Griñán cerró ayer con el ministro de Obras Públicas el que ha sido su segundo viaje oficial y que, tras Marruecos, ha tenido como destino un país limítrofe con Andalucía. La entrevista con Mendoça se produjo en plena cresta del debate de la alta velocidad en Portugal. Hoy sábado, confirmó el ministro, está previsto que el Gobierno del socialista José Socrates licite las obras del primer tramo de la línea Lisboa-Madrid. Un proyecto que está previsto que finalice en 2013 y presupuestado en 1.700 millones.
Socrates está decidido a no parar esa inversión pese a la cantidad de voces en contra. El último, el gobernador del Banco de Portugal, Vítor Constancio, que abandonará en breve el cargo para ocupar la Vicepresidencia del Banco Central Europeo y que hace años fue secretario general del Partido Socialista en el que milita Socrates. Su advertencia es clara: para cumplir en estos momentos financieros tan complicados con el compromiso de saneamiento y reducción del déficit pactado con Bruselas, es necesario retrasar las inversiones.
En este escenario, el presidente andaluz ha ejercido durante su viaje como una especie de embajador de la alta velocidad. El ministro Mendoça aprovechó su entrevista para establecer un paralelismo entre la polémica que ahora mismo envuelve al AVE de Lisboa con la que en su día existió sobre el AVE Madrid-Sevilla. "En Andalucía", recordó Mendoça, también existieran "controversia y críticas a un proyecto" que hoy, según defendió Griñán, ha tenido un impacto económico sobre ciudades como Sevilla o Córdoba "indiscutible".
El presidente andaluz admitió que también habrá grandes obras andaluzas previstas en el Plan de Infraestructuras y Transportes (Pista) que es "obvio" que en las circunstancias financieras no van a poder estar en el plazo previsto. La "flexibilidad" debe acompañar en estos momentos a la planificación de las grandes infraestructuras, apuntó. "No todo puede hacerse según van cambiando las circunstancias económicas y financieras", advirtió Griñán. La coyuntura determinará, agregó, "el momento en el que se puedan ejecutar las obras". En cualquier caso defendió que "lo importante es el diseño", aunque "evidentemente los plazos no van a ser los mismos" cuando hay que cumplir con un restrictivo plan de ajustes.
El Pista, que abarca hasta 2013, cuenta con una inversión de 30.000 millones de euros y la mayor parte (21.907) la aporta el Gobierno central. Ya en el Parlamento andaluz la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, admitió que habría que "reprogramar" las infraestructuras previstas. El desembolso de 200 millones para obras de emergencia por el temporal ha descuadrado el Presupuesto andaluz y obligará a redefinir obras prioritarias y desarrollarlas bajo la fórmula de la cofinanciación público-privada.
La inversión directa en obra pública fue la que más cayó (un 21%) en el actual Presupuesto andaluz. La Junta acudió a una nueva fórmula de colaboración con el capital privado. En 2010 prevé que la cofinanciación movilice 257 millones, cifra que podría elevarse a 6.260 millones hasta 2020. Griñán aseguró que "pronto" se conocerán los primeros proyectos andaluces bajo esta fórmula y que están "prácticamente cerrados".