Si finalmente el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Francisco Toscano, convoca esta semana a la ejecutiva, PP e IU llevarán por separado sendas propuestas para que la dirección del órgano municipalista quede en manos de una gestora de forma transitoria, durante seis meses, hasta que hayan pasado las elecciones autonómicas. Los dos partidos abandonaron la asamblea el pasado sábado denunciando la ruptura de las reglas del juego. Ahora ambos defienden la refundación de la FAMP, aunque con modelos distintos. El PSOE acusó ayer a IU de hacerle el juego sucio al PP.
El coordinador regional de IU, Diego Valderas, criticó la asamblea del sábado porque estuvo centrada en el reparto del liderazgo, y no abordó los contenidos que debía tratar un órgano que representa a más del 80% de los municipios andaluces. Valderas pidió ayer constituir una gestora para que los partidos debatan sobre qué responsabilidades deberá tener la nueva FAMP.
El secretario general del PP, Antonio Sanz, fue más allá, y dijo que su partido "se siente legitimado para presidir esta gestora".
La asamblea general de la FAMP que debía renovar los órganos de gobierno no llevó a constituirse, porque las distintas fuerzas políticas que la componen no supieron ponerse de acuerdo ni siquiera en el recuento de delegados acreditados con derecho al voto. Según el PP, el resultado de las elecciones municipales del 22 de mayo arrojan una correlación de fuerzas en la que los populares tienen mayoría absoluta en la FAMP. El PSOE, en cambio, defiende que aunque el PP gobierna los municipios más poblados, las capitales y cinco diputaciones, en el cómputo global ellos tienen más alcaldes y concejales, y por tanto más peso dentro del organismo. Ninguno de los dos argumentos sirvió para constituir la asamblea el sábado.
El PSOE ofreció al PP el siguiente reparto: 12 votos para los populares, 12 para los socialistas, dos para IU y uno para el PA. El PP ostentaría la presidencia durante los dos primeros años, y el PSOE los dos siguientes. Los populares amagaron primero con aceptar el pacto, pero entonces IU y PA, viéndose arrinconados por las fuerzas mayoritarias, abandonaron la asamblea, y el PP les siguió.
La secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, pidió ayer al PP que "recapacite" y acusó a IU de "hacerle el trabajo sucio a la derecha" por abandonar la asamblea. Díaz culpó a IU de "que sólo ha pretendido sacar tajada". "Y cuando no lo consigue sale corriendo y allana el terreno al PP. Recordarán lo que sucedió en Extremadura [IU se votó a si misma en la investidura permitiendo gobernar al PP] y seis meses después ha sucedido lo mismo en la FAMP", dijo.
