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Economía

Pregonando musicalmente

El joven pregonero de la pasada Semana Santa de Sevilla y dos socios orquestan Glissando, una empresa para llevar música de todo tipo a cualquier evento oficial o particular.

el 13 mar 2014 / 23:15 h.

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pregonero semana santaHablar de Francisco Javier Segura Márquez es hacerlo de uno de los más hermosos  pregones que se han parido para la Semana Santa de Sevilla. De profesión, pregonero, titulan perfiles escritos sobre él. Pero este joven es, también y ante todo, pianista y organista, y acaba de hacer de la música su empresa. Y ésta, cómo no, se gesta con nombre de efecto musical: Glissando. Sus socios, otros dos jóvenes: José Ramón Pérez Saborido, que aporta la mismas especialidades que Segura, y Jaime Calderón Rovira, violinista. Emprendedores melódicos y melodía emprendedora. Llevar música a eventos, la suya, aunque también la ajena. ¿Bodas, bautizos y comuniones? Eso y más: cualquier tipo de ceremonia, religiosa o no religiosa. «El mercado es muy amplio, tanto como la variedad de la clientela», comenta. Presupone, pues, que no sólo la sacra polifonía suena, sino un extenso repertorio donde, además de ésta, escuchen, se incluyen partituras de antigua, clásica, flamenco (puro o flamenco fusión), jazz, blues, rock, pop, folk, indie y hasta electrónica. Sones para un acto eclesiástico o para un desfile de moda, «allí donde quiera y nos pida el cliente». ¿Incluido un chim pum casamentero? «Incluido», responde Segura. La siguiente pregunta era obvia, pues difícil encuadrar al pregonero con la electrónica o un Paquito el chocolatero. «Somos tres socios en la empresa, pero la cartera de músicos es muchísimo más amplia. De hecho, ofrecemos nuestro servicio, aunque también somos plataforma para músicos de todos los estilos y todas las partes». Por tanto, caben dos posibilidades. ¿Quiere amenizar un acto? Glissando tiene tal oferta musical y le asesora, llevando tales artistas. ¿Eres músico? Glissando te incluye en su red, ya seas conocido o pretendas darte a conocer, trabajar y vivir de lo tuyo. Desde órgano hasta de cuerda, desde zambomba hasta de viento, todos los instrumentos son posibles. El punto de contacto: la web www.glissandomusica.es. «Hay gente que se gasta mucho dinero para llevar música a un evento pero no acierta con el estilo o con los intérpretes. Nosotros nos adaptamos a sus necesidades, a qué quiere realmente, pero agregamos nuestro propio asesoramiento, tanto el musical como el económico. Nos avala nuestra experiencia. Si existen expertos en protocolo para cualquier acto, sea oficial o particular, ¿por qué no también de la música?», sugiere el emprendedor sevillano. ¿Ejemplo? La música de las exequias, relata, «se deja a la ligera». Cada vez, por cierto, se escucha a más músicos en los tanatorios. «El chim pum, asimismo, está cambiando. Se demanda ahora amenizar toda la boda, desde la ceremonia hasta el almuerzo o la cena, y no solamente en el momento de las copas». ¿Curiosidades? «Una boda donde toda la música era de películas. De hecho, cada vez se tematizan más, son más personales. Y eventos sorpresa, muchos, y desfiles de moda o entregas de premios». Francisco Javier Segura se adentra sin tapujos en el espinoso asunto de la economía sumergida, de profesionales que cobran en negro, sin declarar. «Es azarosa la vida de los músicos». La plataforma de Glissando, agrega, puede contribuir a legalizar su situación, nosotros no trabajamos sumergidos. «Somos, al fin y al cabo, sus representantes. Gestionamos la disponibilidad de nuestra cartera de músicos para actuar en cualquier rincón de España y aunque sea, qué decirle, un evento de tipo gastronómico». «Tendemos puentes entre clientes y músicos a todos los niveles». Puentes que enlazan notas.

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